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Análisis:EL ÚLTIMO RECURSO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El 'tiki-taka' de Poncio Pilatos

Nadie paga ni reconoce el error de los 17 meses en prisión de una inocente

Nada más español que sonreír y mirar hacia otro lado cuando ya se ha conseguido echarle la culpa a otro. Hay que reconocer que el deporte de lavarse las manos o de eludir la propia responsabilidad no lo inventaron los hispanos, sino que ya era conocido al menos desde los tiempos de Poncio Pilatos. Pero a falta de estudios más serios, quizá el famoso tiki-taka de la selección de fútbol campeona del mundo esté inspirado en la manera de ir pasándose de unos a otros la patata caliente. Y eso sí que parece una seña de identidad muy española.

Dolores Vázquez no tiene suerte. Todo empezó el 9 de octubre de 1999, cuando en Mijas (Málaga) desapareció la joven Rocío Wanninkhof. Su cadáver, desnudo, apuñalado y quemado, no fue hallado hasta el 2 de noviembre en unos terrenos próximos a Marbella, a más de 30 kilómetros de donde se le vio por última vez. Los restos estaban tan mal que no se pudo saber si había sido violada.

Tras las pesquisas iniciales y tres informes contradictorios de la Guardia Civil, las sospechas recayeron en Dolores Vázquez, que en el pasado había sido pareja de Alicia Hornos, la madre de la víctima. Vázquez tenía coartada: había estado cuidando a su propia madre y a una sobrina de dos años, pero el juez decidió encarcelarla a petición del fiscal porque el análisis de unas fibras de su ropa casi coincidían con otras encontradas junto al cadáver. Aunque un nuevo análisis más completo demostró el error y que no había ADN de la acusada junto a los restos de la joven, el juez mantuvo la prisión. El linchamiento popular y mediático de Dolores Vázquez fue entonces completo.

En septiembre de 2001 se celebró un juicio con jurado que condenó a 15 años de cárcel a Dolores Vázquez como autora del asesinato de Rocío Wanninkhof. El juicio fue anulado por falta de motivación del veredicto y cuando ya estaba señalada la nueva vista, en septiembre de 2003, un informe del servicio de criminalística de la Guardia Civil advirtió de que el ADN encontrado en una colilla del caso Wanninkhof era idéntico a restos hallados donde se había asesinado a otra joven, Sonia Carabantes, el mes anterior. Poco después se constataba que ese perfil genético se correspondía con el de Tony Alexander King, un residente británico que tenía antecedentes en Reino Unido por agresiones sexuales.

El segundo juicio contra Dolores Vázquez fue suspendido, pero hasta enero de 2005 no se produjo el sobreseimiento provisional de la causa contra ella. King fue condenado a 36 años por el asesinato de Sonia Carabantes, a 19 por el de Rocío Wanninkhof y a otros siete por un intento de violación en Benalmádena.

Y tras pasarse desde el 7 de septiembre de 2000 hasta el 8 de febrero de 2002 en prisión preventiva, nadie ha pedido disculpas a Dolores Vázquez. Su abogado, Pedro Apalategui, reclamó una indemnización de cuatro millones de euros por el mal funcionamiento de los servicios públicos, pero aunque inicialmente hubo un dictamen favorable a concederle 120.000 euros, Justicia pidió varios informes para completar el trámite. El Consejo de Estado dijo que debería ser el Ministerio de la Presidencia quien resolviera el expediente. El Consejo del Poder Judicial reconoció la gravedad del caso y la dificultad para reparar el daño causado, pero precisó que no había habido mal funcionamiento de la Administración de justicia, sino quizá de las Fuerzas de Seguridad del Estado, y que la reclamación se debería ventilar en Interior.

Ese departamento, a pesar de lo ocurrido, tampoco apreció responsabilidad en su actuación y precisó que no podía hablarse de descoordinación de los servicios de seguridad y que esa no fue la causa de que Vázquez fuera a prisión, por lo que también se opuso a una compensación.

Finalmente, el Ministerio de la Presidencia recordó que Vázquez no fue absuelta sino que su caso fue sobreseído provisionalmente y que la identidad de King como culpable se debió a la colaboración ciudadana, no a datos de la policía.

Ahora, Dolores Vázquez ha recurrido ante la Audiencia Nacional la negativa a ser indemnizada. Ya ven, casi año y medio en prisión por algo que nunca hizo, una vida arruinada y nadie tiene la culpa. Seguro que alguien pensará que todavía ha tenido suerte, porque podrían no haber esclarecido el crimen y estar pudriéndose en la cárcel siendo inocente. El caso es que Interior, el Poder Judicial, Justicia y Presidencia se lavan las manos. La culpa siempre es de otros, el tiki-taka de Poncio Pilatos. Seguramente legal, pero ¡qué injusto!

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