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Crítica:LIBROS / POESÍA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Temporada de estatuas

La estatua es para el gran poeta colombiano Juan Manuel Roca (Medellín, 1946), la expresión material del arte. Pero de un arte vivo, en transformación, en el que sus componentes interactúan, evolucionan. Así como, tal y como él afirma recreando palabras de Miguel Ángel, en todas las piedras "Hay una estatua dormida, / Que basta con quitar lo que sobra / Para encontrarla", los poemas de Temporada de estatuas son las "estatuas dormidas" que viven en el interior del lenguaje. Esa pulsión convierte la primera parte del libro, al que aporta el título, en una original y poliédrica reflexión sobre el arte y su sentido y sobre el proceso creador vinculando su propia labor con la creación ajena: Juan Manuel Roca medita y escribe a partir de la contemplación, la lectura o el recuerdo de algunas de las más emblemáticas obras de la Historia: un poema de Simic o de Brodsky, un lienzo de Goya, el busto de Lewis Carroll, la suite Vollard. A medida que el libro avanza, los poemas se despojan de referentes culturales y van aproximándose al núcleo de la existencia, al límite entre vida y muerte, un límite que no es otro que el que muestra la muerte ajena (estremecedor poema 'Balada de los amigos muertos') para acabar tanteando los fantasmas de la propia memoria en poemas como 'Las malas compañías' o 'La pañuelería'. Esos textos son la antesala de la segunda parte del libro, en la que aborda una suerte de viaje por distintos escenarios, la mayor parte lugares arraigados en la infancia. En ese recorrido, como en algunos poemas de la primera parte, hay una inclinación hacia las periferias, hacia los cines de barrio desaparecidos, hacia el mundo lateral de las ciudades: "Aún no sabíamos que nuestra extrañeza / Venía de que todo niño es extranjero, / Alguien que vive en una eterna periferia". Juan Manuel Roca juega con las palabras, ironiza, las desacraliza y las carga de emoción, una emoción estética y sentimental que dota de singularidad a su poesía y, sobre todo, la ayuda a establecer un pacto de complicidad y cercanía con el lector.

Temporada de estatuas

Juan Manuel Roca

Visor. Madrid, 2010

117 páginas. 20 euros

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