Twitter corona a Jar Jar Binks
La decepción colectiva que supuso Episodio I: La amenaza fantasma en 1999 es, en la cultura posmoderna, algo así como la pérdida de Cuba para los españoles. Las discusiones sobre el tema siguen llenando hoy teras de ciberespacio. Y por lo general, los fallos se personifican en las facciones pixeladas de un batracio llamado Jar Jar Binks. El irritante y pueril bicho que introdujo los chistes de pedos en la saga de La guerra de las galaxias. El que, el sábado pasado, se convirtió, por la estólida intervención de Twitter, en una catástrofe casi epígona al vertido de 779 millones de litros de crudo al Golfo de México.
Durante tres días, Binks estuvo en ese hall of fame de la red social llamado trending topics (la lista de los temas que son tendencia). Más tiempo que la senadora Giffords y que el alto al fuego de ETA en septiembre juntos. Un honor reservado para calamidades como el citado vertido y Justin Bieber.
A las 16.35 del sábado, hora española, el canal británico ITV emitía el infame Episodio I. Russell Brand (actor y cómico británico casado con Katy Perry) le tuiteó a sus casi dos millones de seguidores que Jar Jar Binks casi es un anagrama de Justin Bieber. La cosa se propagó como la pólvora. Al rato, el rapero Omarion confesó en un comunicado ser bisexual. Las palabras "confirma su bisexualidad" pasaron a la lista, convirtiendo a Jar Jar en bisexual. El domingo fue que "cuando vas al cielo, te recibe San Pedro. Cuando vas al infierno, te recibe Jar Jar Binks".
Precisamente lo WTF (what the fuck, traducible como "pero qué coño") de la situación hizo que ahí siguiera el lunes. "La gente ve un trending topic que no entiende y pregunta qué hace ahí. Y al nombrarlo, lo perpetúa como tal", explica la community manager a un Twitter pegada Irene Somoza. Pero ella, como muchos puristas de Twitter, está intranquila con el tema de los trending topics: "Hay mucho revuelo con el algoritmo que dicta qué entra en esta lista. Hace tiempo dijeron que daban prioridad a las palabras nuevas más repetidas que a las más repetidas numéricamente, pero lo cierto es que Ana Pastor llegó a serlo con solo seis tweets y Wikileaks pasó desaparecibido".
Eso por no hablar de la fascinación posmoderna que hay con un desacierto tan grande como Jar Jar. Mike Stoklasa, el hater más famoso de las últimas entregas Star Wars en Internet (consiguió que su destructiva videocrítica fuera el clip más visto en YouTube el pasado abril) explica la fascinación de nuestros tiempos con Binks: "Es el chivo expiatorio de todo lo malo. Un imán que atrae la crítica porque es el defecto más reconocible de una película en la que lo malo está disperso, borroso y distribuido con encomiable uniformidad".
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