El Consell prima a las bachilleres embarazadas para becas de idiomas
Ser gestante pesa más que la nota media o la nota en el idioma elegido
La Consejería de Bienestar Social, a través del Instituto Valenciano de la Juventud (Ivaj), incluye en las bases para la concesión de becas de idiomas en países de la Unión Europea, dirigidas a estudiantes de segundo de bachillerato o segundo curso de ciclos formativos de grado medio, el cómputo de "uno o más miembros adicionales de la unidad familiar desde el momento de la fecundación" a efectos de la puntuación económica. En caso de empate, prima "que la beneficiaria sea una mujer gestante" por encima de la nota media obtenida, la nota lograda en el idioma elegido o el orden alfabético de los apellidos.
Es el segundo año que el Consell que preside Francisco Camps prevé que las bachilleres o estudiantes de segundo de formación profesional, -menores de 20 años, según especifica la orden del 30 de noviembre firmada por la consejera Angélica Such, aunque en su mayoría se trata de jóvenes de 16 o 17 años-, se vean beneficiadas en las becas de idiomas si están embarazadas. La diputada socialista Ana Noguera atribuyó ayer a la "cruzada ultraconservadora" del Gobierno de Francisco Camps y, en concreto, al programa Más Vida promovido por el vicepresidente Juan Cotino, que fue consejero de Bienestar Social, lo que calificó como "algo más que hacer el ridículo". "¿Qué hace el Ivaj fomentando los embarazos de menores de edad en lugar de una buena educación sexual?", se preguntó."Se han excedido tanto en su ideología ultramontana que han llevado las cosas a un punto peligroso", aseguró la diputada socialista, que añadió que "no responde a lógica alguna considerar un mérito el embarazo en estudiantes de bachillerato, cuando lo que habría que fomentar es el no embarazo".
La orden de la Consejería de Bienestar Social, con fecha de 30 de noviembre aunque publicada el 15 de diciembre en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana, que regula las becas de idiomas en el extranjero para 2011, es prácticamente idéntica a la que reguló esas becas durante 2010. Ninguna estudiante de bachillerato o de segundo curso de ciclos formativos de grado medio hizo valer su embarazo para tratar de obtener alguna de esas becas.
Siguiendo las directrices del presidente Camps y de su vicepresidente Cotino, hoy titular de Medio Ambiente, la introducción de una cláusula provida, equiparando los derechos del embrión a los de un ciudadano, ya se ha producido en la baremación de las solicitudes de plazas escolares, en las concesiones de ayudas a la vivienda y en otras normas de la Generalitat.
Su redacción en este caso llega, sin embargo, a extremos delirantes. Dice, por ejemplo la orden de convocatoria de las becas a la hora de evaluar la situación socioeconómica de la persona solicitante, que computa tanto como el expediente académico: "Si la madre gestante no forma parte de la unidad familiar, se entenderá que, por el hecho de estar embarazada, pertenece a ella a los efectos que prevé esta orden".
Menos becas cada año
Las becas en el extranjero para "estudiantes de educación secundaria post-obligatoria que estudien inglés o francés" prevén que el Ivaj se haga cargo de una parte del coste de los cursos, siempre que exista "crédito adecuado y suficiente". De hecho, la reducción del presupuesto destinado a dicho capítulo ha producido una progresiva disminución del número de becas a lo largo de la última década.
Así, mientras para el año 2001, las becas para la realización de cursos de idiomas en países de la Unión Europea fueron 1.265, en 2011 sólo serán 200. La cifra de 1.265 becas se mantuvo hasta 2003, pero en 2004 y 2005 pasaron a ser 1.200; de 2006 a 2008 se redujeron a 900 las becas concedidas y para los años 2009 y 2010 bajaron a 670. El mayor descenso, con todo es el de este año.
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