_
_
_
_
LIBROS / Poesía

Tradición renovada

Poesía. Jordi Virallonga (Barcelona, 1955) llega a la voz clásica que todos sus versos parecían venir buscando. Clásica en el sentido de que sus poemas, eróticos y morales, se integran en la tradición vivaz que remite a la Antología Palatina y, sobre todo, a los latinos Catulo, Marcial y Juvenal. Es la poesía erótica que celebra el amor y lo impreca al mismo tempo, que canta sus dulzuras y sinsabores indivisibles. Para actualizar este código, Virallonga lo cruza con la serie familiar: el matrimonio, los hijos, el empeño moderno por hacer coincidir pasión e institución, que a los clásicos les hubiera parecido del todo insensato. No se trata ya del odio como función de los celos y el despecho, sino del que surge, precisamente, de la divergencia entre amor y contrato indefinido: "Quien construyó esta casa / nunca pensó que iba a odiarte / y que los niños tendrían sólo una habitación / para ahogar a cuentos y a canciones bajitas / los gritos de sus padres". Además del erotismo, y sobre todo, este es un libro moral: no moralista -no mira desde arriba-, sino de observación comprometida -y exaltada, antes que triste- de las costumbres de nuestro tiempo. Fustiga los vicios del poder, la burocracia, la avaricia, la ostentación. En más de una ocasión se percibe un eco de José Agustín Goytisolo, que fue -igual que varios de sus principales compañeros de generación- mucho más catúlico que católico. Virallonga cruza esa herencia con la de algunos poetas latinoamericanos que han cultivado con renovada frescura la tradición del epigrama erótico y moral: el cubano César López, el peruano Antonio Cisneros, el nicaragüense Ernesto Cardenal, el argentino Juan Gelman. No es el menor mérito de Hace triste el señalar atajos inesperados entre esas líneas de fuerza.

Hace triste

Jordi Virallonga

Frontispicio de A. Gamoneda.

DVD Barcelona, 2010.

70 páginas. 8 euros

Virallonga se inspira en la poesía de los latinos Catulo, Marcial y Juvenal.
Virallonga se inspira en la poesía de los latinos Catulo, Marcial y Juvenal.The Art Archive / Gianni Dagli Orti

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_