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Columna
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Los Misteriosos Desaparecedores

Magia potagia. Cuando un mago hace desaparecer a su ayudante cargada de lentejuelas, todo el mundo dice "¡ooooh!". Cuando la ayudante vuelve a aparecer, todo el mundo dice "¡aaaah!". Dos vocales: la o para la desaparición y la a para la aparición. En el caso del extraño secuestro de Diego Fernández de Cevallos, senador mexicano del PAN (Partido de Acción Nacional) recientemente liberado, la fuga de vocales es entre la e y la o. El político panista fue, antes de desaparecer, un desaparecedero (un candidato a la desaparición) y fue secuestrado por los Misteriosos Desaparecedores (así se hacen llamar los que hicieron desaparecer a Cevallos). El "jefe Diego" reapareció sin trazas de haber pasado ocho meses a pan y agua, a pesar del nombre del partido al que pertenece (o que le pertenece). La apariencia del panista era aceptable a pesar de la desaparición: queda demostrado, pues, que más vale parecer que desaparecer y reaparecer.

Lo visible, palpable, escuchable y olfateable constituye el 4% de lo existente
La aparición de la Una, Triste y Sola, ha generado ya 36 millones

Toda desaparición es misteriosa y alguna, importante: Captain Beefheart desapareció hace seis días. Y la luna llena se eclipsó antes de ayer. Esto último es peccata minuta: los astrofísicos se devanan los sesos buscando la materia oscura desaparecida tras el Big Bang y que, por alguna extraña razón, tiene que ser el 22% de la materia del Universo o no hay quién se explique la gravitación. Teniendo en cuenta que todo lo visible, palpable, escuchable y olfateable apenas constituye el 4% de lo existente, el 74% restante sólo puede tener una explicación: es energía oscura. Dicha energía tampoco aparecía por ningún lado hasta ahora: está en los parques eólicos de Galicia.

Hubo un tiempo en el que, al parecer, unos ovnis gigantescos robaban la energía de la central de As Pontes. Nada más lejos de la realidad: fueron los Misteriosos Desaparecedores los que se la llevaron y habremos de andar con ojo para que no birlen los molinos a instalar por toda la geografía patria. No es una exageración: si desaparecen kilómetros de cable de cobre del tendido eléctrico, no será difícil hacer desaparecer a esos gigantes contra los que hoy no podría luchar ni Don Quijote porque esas aspas serían inalcanzables para su lanza.

Todo misterio consiste en una desaparición. Para los legos en la materia, ya sea la oscura o la luminosa, el "problema de la masa desaparecida" -el asuntillo ese de lo invisible que tiene que estar en algún lado- es incomprensible. Y más incomprensible aún es el de la materia fusionada tras la desintegración. De ahí que, salvo unos pocos privilegiados apostados al cabo de la calle, pocos sepan (sepamos) en qué consiste lo de la desintegrafusión de Caixanova y Caixa Galicia (no entraremos en el problema de las siglas de Novacaixagalicia, que no son fechas para la escatología barata).

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Las sinergias provocadas por la colisión cósmica de las dos cajas y la misteriosa aparición de la Una, Triste y Sola, han generado ya 36 millones de euros según informa, de manera un tanto críptica, la cúpula (¿ein?) de la Caja Única gallega. Nada por aquí, nada por allá y, ¡voilá!, toma pastazo. Más magia potagia, por si no teníamos suficiente. Misteriosos desaparecedores, desapariciones misteriosas y desaparecederos embarcados, safe as milk, en la nave del misterio. Y el Niño Jesús que va y aparece la noche del 24 de diciembre para desaparecer tres meses después con treinta y tres años cumplidos, en pleno Domingo de Resurrección y al tercer día tras la crucifixión del Viernes Santo. Los Reyes Magos son otro misterio. ¿Qué fue de ellos tras dejar el oro, el incienso y la mirra depositados en el cajero del portal de Belén? ¿Le llevaron esos regalos al Niño Dios metidos en una Caja Única? ¿Apareció otra estrella en dirección contraria para devolverles a ellos y a sus camellos a Oriente el día 7 de enero? ¿Será tan grave la prohibición (la desaparición) del tabaco en todo local público este 2011? ¿Se prohibirá el botafumeiro (al fin y al cabo también es humo) en las fiestas de guardar de aquí al próximo Xacobeo en 2021? Convertirse en humo es sinónimo de desaparecer; y por arte de birlibirloque volvemos a la chistera de Captain Beefheart. ¡Hocus pocus!

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