Ortega transforma sus Sicav para invertir en el ladrillo

Amancio Ortega, presidente de Inditex, ha transformado el régimen jurídico de sus dos principales Sicav. BBVA y Banif, gestoras de Keblar y Alazan, respectivamente, remitieron ayer sendos comunicados a la CNMV en los que informan de la decisión de modificar el régimen jurídico de éstas, renunciando a su condición de institución de inversión colectiva para continuar operando como una sociedad anónima de régimen común. El motivo de este cambio es "tener una total disponibilidad de los fondos para acometer otras inversiones, especialmente en el sector inmobiliario". Ortega tiene una tercera Sicav de menor tamaño, Gramela, que de momento mantiene su régimen.

Esta decisión supone el punto final a un proceso de alejamiento de las Sicav que el hombre más rico de España inició hace tres años a través de un goteo de reducciones de capital en sus sociedades. En 2006 Keblar, Alazan y Gramela manejaban un patrimonio conjunto de 1.115 millones de euros y en la actualidad su patrimonio es solo de 160 millones.

La utilización de las reducciones de capital han sido generalizadas entre los propietarios de las Sicav para obtener liquidez durante la crisis sin apenas tributar. Esta operación, sin embargo, perdió su atractivo fiscal (se lograba diferir el pago de plusvalías) cuando el Gobierno anunció al presentar los Presupuestos de 2011 que introduciría cambios en la Ley del IRPF con carácter retroactivo desde septiembre pasado para tapar el agujero de las reducciones.

Los grandes patrimonios españoles han hecho de las Sicav su vehículo de inversión favorito por su tratamiento fiscal favorable. Mientras sus partícipes tributan al 21% cuando obtienen plusvalías por su participación en dichas sociedades o cuando reciben dividendos, la sociedad solo paga el 1% en el impuesto de sociedades ya que la ley las considera sociedades de inversión colectiva.

Con el cambio de régimen, las Sicav de Ortega tributarán al 30% en el impuesto de sociedades. A cambio podrán invertir en inmuebles, posibilidad que tenían restringida siendo Sicav.

Expertos de banca privada consultados señalan que Ortega ha podido tomar esta decisión bien porque tenga una oportunidad inmobiliaria y necesite liquidez, bien porque quiera optimizar el cambio de régimen fiscalmente incluyendo estas sociedades bajo el paraguas de un holding o bien porque el capital de las Sicav, por las reducciones aplicadas, se había acercado al capital social inicial, umbral a partir del cual tedría que vender o liquidar las sociedades para rescatar el resto del dinero.

La inmobiliaria de Ortega, Pontegadea, anunció ayer la compra de cinco sucursales de Banco Sabadell por 55 millones.