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El Casco Vello de Vigo tampoco quiere a los indigentes

El proyecto de albergue ya ha tenido cinco ubicaciones posibles

En Vigo habrá un albergue para indigentes "lo antes posible" y, en todo caso, "mucho antes" de las próximas elecciones municipales. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, formuló ayer ese compromiso, con el invierno encima y después de un lustro de saltos de una ubicación a otra para ese centro de emergencia social que seguramente echaron en falta la más de una docena de sin techo que en ese tiempo murieron en las calles viguesas.

El albergue abrirá "provisionalmente" en la antigua Escuela de Hostelería, en el Casco Vello. Ya se están retirando los muebles del edificio para iniciar su reforma, señaló ayer Caballero. Ese emplazamiento ya fue descartado hace más de cuatro años por el alcance de las reformas necesarias -carece de duchas y de espacios adecuados a sus funciones- y porque la Vicepresidencia de la Xunta, bajo la dirección de Anxo Quintana, tenía otro proyecto: una red de centros para los sin techo de toda Galicia cuyo primer hito lo pondría Vigo. Previamente se había descartado ubicarlo en la Casa do Mar porque significaba eliminar la opción de hospedaje para los marineros que arribaran a Vigo con agobios económicos.

Frente a la opción de la Escuela de Hostelería, la Vicepresidencia eligió el edificio conocido como la Gota de Leche, junto al Ayuntamiento. Con las obras de adaptación prácticamente concluidas, solo a falta de los últimos detalles, se celebraron las elecciones que cambiaron el Gobierno gallego y, con ello, el destino programado para la Gota de Leche. A ello contribuyó el alcalde, Abel Caballero, que reclamó el edificio para sede de la Policía Local.

Como el BNG era partidario de abrirlo para el uso previsto, este desencuentro en el bipartito local dio pretexto una temporada a la nueva Xunta para aplazar su decisión. Finalmente lo descartó como albergue y como cuartel policial. Destinaría el edificio a centro de emprendedores y a guardería. Pero sigue cerrado, indiferente a las varias manifestaciones que se han realizado reclamándolo para los sin techo.

En esa tesitura, el BNG, busca que te busca un lugar apropiado en el centro urbano, lo encontró en el barrio de Ribadavia. Con el proyecto en la mano y el compromiso de la Xunta de financiarlo al 50%, surgió la oposición vecinal -porque el barrio tenía otras carencias que debían resolverse antes, decían los vecinos- y Caballero lo descartó precisamente por esa oposición, asegurando que el albergue no se emplazaría en ninguna parte donde existieran resistencias vecinales.

Es exactamente lo que sucede ahora con la antigua Escuela de Hostelería. Los vecinos del Casco Vello no lo quieren porque el edificio, dicen, no reúne condiciones y porque el propio alcalde les aseguró en octubre que no lo habilitaría para esa función. Ayer cambió de opinión. "Habrá albergue en el Casco Vello", afirmó, pese a la amenaza de vecinos y comerciantes de movilizaciones para evitarlo. "Tengo un compromiso con la ciudad", dijo el alcalde, "y lo voy a cumplir".

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Paralelamente, la Concejalía de Benestar Social (BNG) ya ha abierto el "dispositivo de frío" en el pabellón deportivo de O Berbés, como el año pasado, entre las nueve de la noche y las nueve de la mañana. El albergue provisional de la Escuela de Hostelería abrirá "los 365 días del año", según el alcalde, quien anunció un "avance sustancial" en las negociaciones que mantiene para instalar el albergue definitivo en la antigua cárcel, en la avenida de Madrid.

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