Condenado un profesor por vejar a un alumno
El centro afirma que la familia del estudiante es "problemática"
La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado la sentencia contra Álvaro G. R., un profesor del colegio Tajamar, que fue condenado en primera instancia por vejaciones y maltrato leve a un alumno de nueve años. La Sección 23 ha ratificado el fallo de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Intrucción, que le condenaba a 20 días de multa, a razón de seis euros al día, y a indemnizar con 3.000 euros a los padres del menor. El fallo ya no se puede recurrir.
En ambas sentencias queda demostrado que Álvaro G. R., pese a no ser su profesor, sacó al menor al menos en tres ocasiones de su clase y lo expuso a los alumnos de otro aula para que estos dijeran lo que pensaban de él. El menor escuchó expresiones como "seta" o "champiñón". Además, en otra ocasión cogió al estudiante de la camisa y le dijo que, como amenazara a otro niño, sufriría consecuencias. "Lo más correcto era habérselo dicho a su tutor y que este hubiera actuado, pero no en público para humillarle y que los otros niños se rían o incluso le insulten en su presencia. Además, lo ha repetido en varias ocasiones", recoge la primera sentencia. "No puede entenderse en modo alguno que dichas acciones fueran ni proporcionadas ni adecuadas como método de correción. Hacer a un niño objeto de las burlas colectivas de un grupo o agarrarle de la pechera en el pasillo del centro escolar, excede en mucho del derecho de corrección del denunciado", añade la sentencia de la Audiencia Provincial.
El menor era insultado por compañeros de otra clase
El propio acusado reconoció ante el tribunal que sí había sacado de clase al alumno en varias ocasiones. El menor estuvo en tratamiento psicológico por los daños morales causados. Según un informe pericial, presentaba un cuadro de depresión, ansiedad y apatía: "Disminuyó su interés y motivación por algunas actividades que antes le reportaban satisfacción". El profesor fue exculpado de una falta de lesiones de la que era acusado por los denunciantes.
La familia del menor se mostró muy satisfecha con la sentencia y recordó "el sufrimiento" que ha padecido el pequeño. Ahora estudia en un colegio público y, según sus progenitores, se encuentra plenamente integrado y sin problemas. "Han pasado casi dos años y mi hijo sigue pasándolo mal. Sufre un gran trauma", concluyó la madre.
El director del colegio Tajamar, Alfonso Aguiló, afirmó que el menor y sus padres eran "una familia problemática" que había tenido algunos altercados con los profesionales del centro. Según Aguiló, el progenitor del estudiante fue condenado por agredir a un profesor. "Siempre han dado problemas", afirmó.
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