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Valencia se vincula al paso del Estrecho sin prever el impacto del tráfico

Policía Nacional y Guardia Civil objetan a la nueva línea hasta Tánger

La naviera italiana Grimaldi opera desde el pasado 22 de noviembre una nueva línea de ferry que conecta Valencia con el puerto marroquí de Tánger. Una nueva puerta para la Operación Paso del Estrecho que arranca de manera improvisada sin ninguna previsión específica en materia de tráfico en los actuales accesos al puerto o en el interior del recinto portuario. Policía Nacional y Guardia Civil plantearon objeciones a la nueva ruta, al menos un aplazamiento para preparar los accesos al puerto y los controles de pasajeros y vehículos en el muelle.

Grimaldi no tiene previsiones de tráfico para el próximo verano, según un representante de la naviera en Valencia, quien concede que "sin duda, las familias que suben de Marruecos a España o Francia encontrarán interesante el hecho de ahorrarse kilómetros de carreteras".

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El servicio puede resultar muy atractivo para clientes de una amplia extensión territorial que tropezarán, en última instancia, con un problema histórico que arrastra el puerto de Valencia, la falta del acceso Norte. El muelle de Grimaldi se encuentra a casi cuatro kilómetros de la entrada al puerto por el Edificio del Reloj. La entrada de vehículos por el acceso sur complicaría los accesos de mercancías y amenaza una sobrecarga de tráfico en la V-30 a lo largo del nuevo cauce del Turia, una vía clave para garantizar los accesos a las poblaciones metropolitanas de L'Horta Sud. La entrada natural sería la avenida del Puerto, una ruta que obligaría a todos los vehículos interesados en acceder al ferry a cruzar el centro de la ciudad.

La Autoridad Portuaria de Valencia comenta que el puerto se limita a negociar la concesión de la explotación de un muelle, que corresponde a la naviera garantizar la correcta prestación del servicio y que las competencias sobre seguridad y tráfico corresponden al Ministerio de Interior.El muelle que opera Grimaldi se encuentra a casi cuatro kilómetros del acceso al recinto portuario, junto a la bocana, donde se instaló la base del equipo BMW Oracle durante la última edición de la Copa del América.

Los pasajeros y vehículos que embarquen o desembarquen del ferry tendrán que recorrer una ruta zigzagueante en la zona interior del puerto que, por el momento, carece de señalización en árabe y bordea todo tipo de instalaciones, desde almacenes de todo tipo de materiales hasta los inmensos depósitos de petróleo de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). En condiciones normales, las instalaciones carecen de una vigilancia específica.

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"Justo donde más mal se puede hacer", comenta con preocupación un agente de Guardia Civil en la entrada al recinto portuario, "se supone que sólo pasarán pasajeros con billete, que la compañía pondrá algún servicio de transporte para los peatones y que los coches embarcarán sin pasar la noche en el aparcamiento. Ya veremos".

Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional trasladaron a la Autoridad Portuaria Valencia reflexiones del mismo tenor en reuniones previas a la apertura de la nueva línea de ferry. Las objeciones de los responsables de seguridad no fueron atendidas y Grimaldi disfruta de la concesión en un muelle muy alejado de los actuales servicios para pasajeros que zarpan del puerto de Valencia, la mayoría en las proximidades de la dársena interior.

El nuevo servicio de ferry entre Valencia y Tánger tiene una periodicidad semanal y apenas tiene tráfico por el momento, pero el muelle se ha convertido en el primer puesto fronterizo para pasajeros procedentes de países ajenos a la Unión Europea en el puerto de Valencia.

Los protocolos de control fronterizo implican que las mercancías deben inspeccionarse a bordo de los buques que atracan en Valencia antes de su descarga y que los pasajeros y vehículos deben pasar controles de aduana y pasaportes al tocar tierra. Por ahora, la única instalación policial en el muelle es un contenedor habilitado de emergencia como oficina.

La nueva ruta abierta conecta el puerto italiano de Livorno con Tánger vía Valencia. Hasta la fecha, Valencia constituye una escala menor para un buque que llega a media carga desde Livorno en su ruta hasta Tánger. Pero las cosas pueden cambiar cuando llegue el verano y arranque la nueva Operación Paso del Estrecho.

Fuentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional consideran que la línea ha empezado a operar sin cumplir las garantías mínimas de seguridad para el recorrido por el interior del recinto portuario.

Los accesos al puerto tampoco han sido señalizados específicamente hasta el momento.

La Delegación del Gobierno en Valencia ha requerido a Grimaldi las previsiones que maneja sobre tráfico de pasajeros para habilitar los puestos fronterizos y los efectivos necesarios para atender el tráfico de pasajeros y vehículos, pero una fuente oficial confirma que, hasta la fecha, carece de las estimaciones de la naviera. Sin esa información, es difícil prever las necesidades de señalización tanto en el interior como en los accesos al puerto. Por el momento, apenas se han instalado algunos de los arcos habituales para detectar metales en todos los pasos fronterizos.

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