Triunvirato sin clase media

En el fútbol son dos los gigantes; en el baloncesto, tres. La diferencia, coyuntural si se quiere, es la decadencia de la clase media en el deporte de la canasta. El enfrentamiento directo lo dejó muy claro. El Real Madrid salió como un ciclón y arrasó en Badalona (64-72). La tensión competitiva del equipo de Messina tuvo un punto de desmesura. Su primer cuarto fue de libro. Más propio de un playoff o de la final four. Imposible de mantener, incluso en un mismo partido. Su entrenador se desgañitó discutiendo con los árbitros pese a que ganaban por más de 20 puntos gracias a una defensa cum laude que solo concedió cinco puntos en el primer cuarto, sus jugadores entraron en la pelea a base de codazos y desplantes con English o con Norel, y además funcionaron a pleno rendimiento, con nota para Fischer y Llull. No fue extraño que en la segunda parte bajaran el pistón. Poco pudo oponer el DKV Joventut. Se echó en falta, sino la intensidad, sí la emoción y la igualdad de otras épocas en este clásico. Pero las diferencias, de plantilla, de presupuesto, de todo, cada vez son mayores.

El Unicaja perdió contra Asefa Estudiantes (53-64). Echó en falta a su base lesionado, McIntyre, y encajó una derrota que no figuraba en su hoja de ruta, dado el mal inicio de campeonato de Estudiantes. El equipo de Luis Casimiro ha corregido su rumbo a base de una defensa que redujo a las cenizas el ataque de Unicaja y gracias también a la providencial actuación de Germán Gabriel en la fase decisiva.

Otro equipo llamado a seguir la estela de los tres grandes era el Power Valencia. La derrota ante el Milán en la Euroliga significó la sentencia de su entrenador, Manolo Hussein, al que no se ha dado ni la mitad del crédito que otros muchos de sus colegas. El estreno de su sustituto temporal, Chechu Mulero, no pudo ser peor: derrota en Valladolid (78-71). El equipo de Porfi Fisac ha convertido su cancha en un fortín en el que Van Lacke, Diego García, Báez, Barnes o Slaughter rinden de maravilla. El Valencia queda hundido en la tabla junto al Meridiano Alicante y al Assignia Manresa que se enfrentaron con triunfo del equipo catalán (67-70) en un final épico, con remontada y triple decisivo de Jordi Grimau.

El Regal Barcelona jugó muy mal en el primer cuarto ante el Fuenlabrada pero corrigió rápido y ganó por 76-62 con nota para Mickeal, Lakovic, Ricky Rubio y Vázquez. El Barcelona gestiona el fichaje del alero australiano Joe Ingles, otra sinrazón en la ACB: la posibilidad de quitarle un jugador a un rival en plena campaña. Por 14 puntos ganó el equipo de Xavi Pascual y por la misma renta venció el Caja Laboral en Zaragoza (70-84). Los de Dusko Ivanovic actuaron como el Madrid, con una salida en tromba, disuasoria: 9-29. El CAI Zaragoza quedó sobrepasado por el rendimiento de cuatro rivales en concreto: San Emeterio, Teletovic, Barac y Oleson. El Cajasol, otro posible aspirante a seguir la estela del triunvirato, falló de nuevo en Granada (73-72) y suma ya cuatro derrotas consecutivas y perdió además a Earl Calloway, su base estadounidense, lesionado.