"He vivido con los grandes del golf cosas que nunca contaré"
"¿Periodista? Que va, ni soy periodista, ni juego al golf, ni sé escribir", asegura María Acacia López Bachiller cuando le pregunto cómo la puedo describir. Curiosa carta de presentación para una mujer que, a sus 55 años, lleva décadas siendo una referencia en el mundo del golf. Pero no como jugadora, sino como representante de jugadores, jefa de protocolo de campos y responsable de comunicación del Circuito Europeo en un universo cerrado y marcadamente masculino. "Ahí estoy desde el principio, mujer y con mi 1,50", añade mientras entramos en el Bristol Bar, decoración victoriana, comida contundente y gusto británico como homenaje al golf. Británico es el Old Course de St. Andrews, cuna de este deporte, en cuya casa club recuerda que no pudo entrar en 1979, a pesar de la lluvia torrencial. "Ponía en la puerta: No dogs, no women [Prohibido perros, prohibido mujeres]", me dice en ese inglés que le abrió las puertas del golf.
La representante ha ido a la boda de Piñero y conoció a Olazábal de niño
Lo de St. Andrews es una anécdota, pero no lo es el periplo que tuvo que recorrer esta mujer que empezó a ganarse la vida en la España de los setenta. "Mi marido es el que se ha tenido que adaptar a mi trabajo, que no es un trabajo normal. Lo habitual era que fuera el hombre el que saliera de casa. Durante años, Mariano tuvo que renunciar a sus amigos", afirma. "Pasamos una época muy difícil". Sin su familia, subraya, no habría podido estar cada fin de semana organizando torneos, atendiendo a periodistas y viviendo con esos golfistas que han marcado la historia de este deporte. "Anda que no me he juergueado con Bernhard Langer", dice rememorando su época en Sotogrande.
Llega el fish and chips sorprendentemente grande, jugoso. Lo compartimos mientras seguimos charlando. "Ballesteros jugó su primer Open de España en 1974. Fue también mi primer Open", cuenta al llegar al segundo, ensalada de aguacate y tomate, poco british pero ligera, que aún queda una jornada larga, viaje a San Sebastián incluido para ver a Olazábal.
"He ido a la boda de Piñero, he visto nacer a los niños de Cañizares, conocí a los padres de Sergio García cuando eran novios, a Olazábal con 11 años". El nombre del campeón de los Masters de 1994 y 1999 nos lleva de nuevo a la época dorada del golf español, con Ballesteros fascinando al mundo. "He ido andando con Seve por las calles de Inglaterra y era imposible, la gente le adoraba". Eran los años setenta y ochenta, cuando compatibilizaba sus responsabilidades en el Circuito Europeo, los torneos españoles y la Ryder Cup con su trabajo en las Cámaras de Comercio. Después llegó el primer hijo, 1990, y luego el segundo y el ritmo se ralentizó y limitó sus viajes, pero siempre cerca del golf.
Caudal inagotable y en primera persona de las mejores historias del golf, María Acacia relata el play off de Seve, siempre presente en la conversación, contra Montgomery en Wentworth en 1991: "Yo estaba entre el público con Carmen Botín y todo el mundo quería que ganara Seve y no Monty". Montgomery es el capitán europeo de una Ryder Cup que se juega esta semana y que ha proporcionado gloria y sinsabores. Como en 1991, cuando Langer falló el putt de la victoria y lloró en el vestuario, con ella como único testigo ajeno al equipo. ¿Un libro? "Nunca, porque he vivido muchas cosas con ellos que no voy a contar".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.