Medio Ambiente sanciona a dos constructoras de Derio
La consejería ve una falta grave por edificar chalés en suelo contaminado
La principal constructora de los 197 chalés previstos en un solar contaminado de Derio ha sido sancionada por una falta grave por el Departamento de Medio Ambiente. La empresa Arco Atlántico, que gestiona 100 chalés, y el resto de promotores -otra constructora, Proyectos Eraikin; la sociedad pública Visesa y media docena de particulares- incumplieron la ley de Prevención de Contaminación, según la resolución de la consejera Pilar Unzalu, firmada el pasado 6 de julio y a la que ha accedido EL PAÍS.
"No nos encontramos ante una situación que pueda catalogarse como de escasa entidad o de carácter leve que pudiera tipificarse como una infracción leve", cita la resolución, que impone la primera multa por infringir esa ley, en vigor desde 2005.
La consejería, que está a punto de resolver el recurso planteado por las empresas, a la que solo les quedará entonces la vía judicial, considera probado que se incumplió la normativa sobre contaminación al desarrollar el proyecto de los chalés. La urbanización se halla prácticamente concluida, con un centenar de viviendas edificadas. La ley obliga a que, cuando existe un área potencialmente contaminada, se debe realizar un plan de excavación y presentar un certificado de calidad del suelo.
La resolución recuerda que Medio Ambiente ya advirtió en 2007 de que debía cumplir esos trámites antes de iniciar cualquier obra. "Dicha declaración de calidad sería exigible al menos a partir del 2 de marzo de 2007", indica. La consejería repitió su aviso tres veces más entre junio de 2007 y mayo de 2008.
Las obras en la denominada área de Rementeriñe se iniciaron en 2007 sin cumplir los requerimientos del Ejecutivo y con el aval del Ayuntamiento de Derio, gobernado por el PNV, que fue concediendo las licencias de obras desde 2007.
La consejería rechaza el argumento alegado por Arco Atlántico de que desconocía la existencia de contaminación, ya que contratos de compraventa de los chalés incluyen "una cláusula expresa que reconoce que, pudiendo estar alteradas algunas zonas, Arco lántico se responsabiliza frente al comprador de las medidas" exigidas por la ley de Prevención de Contaminación.
José Ignacio Rubio, uno de los directivos de Arco Atlántico y portavoz de todos los promotores, aseguró a este diario en octubre pasado que conocían la existencia de un vertedero e la zona y que, de hecho, desde 2007 han reclamado a los anteriores dueños, una congregación religiosa, que limpien el solar.
La orden de la consejera, que emplea razonamientos idénticos para sancionar a los otros promotores englobados en la asociación administrativa Rementeriñe, concluye, "sin lugar a dudas", que se ejecutaron las obras de los chalés "sin obtener la preceptiva declaración de calidad del suelo cuando la misma era exigible". Impone una multa de 24.000 euros, la mínima para una falta grave -la ley prevé en este caso sanciones de hasta 240.000 euros-, al no haber evidencias de daño al medio ambiente ni a la salud de las personas, y no acreditarse que los promotores hayan logrado beneficios económicos con la infracción cometida.
La sanción mantiene la prohibición, dictada hace más de un año, de realizar cualquier obra en cuatro parcelas. Pese a que las constructoras dijeron que acometerían la limpieza a principios de año, han rechazado el plan de saneamiento dictado por el Gobierno.
El asunto se ha enmarañado judicialmente. Arco Atlántico demandó a cinco propietarios por negarse a escriturar -una primera demanda ha dado la razón a la constructora- y otro comprador ha presentado una querella contra el alcalde de Derio, el peneuvista Lander Aiarza, y el arquitecto municipal por permitir la urbanización.
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