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Reportaje:

El sainete de Josep Bros y Mariola Cantarero

El tenor y la soprano protagonizan en el Liceo 'Doña Francisquita'

Él es catalán. Ella es andaluza. Él es afable, ponderado y de actitud discreta. Ella es una auténtica polvorilla, toda espontaneidad y gracejo. Él es tenor y se llama Josep Bros (Barcelona, 1965). Ella es soprano y su nombre es Mariola Cantarero (Granada, 1978). Sobre el escenario del Liceo de Barcelona protagonizan la zarzuela Doña Francisquita, que debían estrenar ayer, pero la función fue cancelada el viernes de la semana pasada ante la amenaza de la plantilla de hacer huelga, ayer desconvocada. Esta noche, el Liceo acogerá la primera de las seis funciones que quedan hasta el 30 de julio de la zarzuela de Amadeo Vives, con la que el coliseo de La Rambla clausura su temporada. Cantará otro reparto, ellos subirán al escenario el domingo. "Están en su derecho", señalan ambos cuando se les pregunta sobre las acciones de protesta de los trabajadores.

La zarzuela de Amadeo Vives cierra la temporada del coliseo de La Rambla

Bros y Cantarero se conocen bien. A menudo han cantando juntos óperas y zarzuelas. Las suficientes para saber, con solo verse, cómo está el uno y la otra, y para que su conversación cómplice, salpicada de bromas y chanzas teatrales alusivas a los personajes que interpretan, devenga a ratos en jocoso sainete. "Nos conocimos el 14 de diciembre de 1999, el día que nació mi hija", explica el tenor, a lo que la soprano replica: "Eres mi papá musical. Cantando contigo me siento protegida". "¡Pero no soy tan mayor!", se queja él. Cantarero le quita hierro a la cancelación de la función de estreno por la amenaza de huelga. "No es la primera vez que pasa. Es la crisis", se resigna.

Bros debutó como tenor cantando zarzuela, Los gavilanes, de Jacinto Guerrero. Cantarero informa de que ha cantado todos los papeles del género escritos para su tesitura de soprano ligera, que no son muchos. "Pero canto zarzuela en todos mis conciertos. Es una música de la que tenemos que estar orgullosos", apostilla grave. Está encantada con su papel de Francisquita. "Tengo mucho de ella. Hay que luchar por lo que una quiere, aunque haya que usar triquiñuelas", asegura. "¿Triquiñuelas?", le reprocha el tenor. "Lo que haces con mi padre no tiene perdón", recrimina en referencia al ardid de Francisquita de simular interés sentimental por el padre de Fernando, personaje que interpreta Bros, para provocarle celos y que se enamore de ella. "Pero tú, que estás casado con una andaluza, sabes torearme", replica zalamera Cantarero. "¡Qué casi te he visto crecer!", reconviene el tenor.

Hace 22 años que Doña Francisquita no se interpretaba en el Liceo. La última vez, en 1988, el gran Alfredo Kraus encarnó a Fernando y la ya retirada soprano valenciana Enedina Lloris a Francisquita. Bros no se arruga ante la maestría del fallecido tenor canario, referente indiscutible del personaje durante más de 40 años. "No me condiciona esta comparación, ni ninguna otra. Yo me preparo, salgo y canto lo mejor posible", indica. Cantarero quiere rendir con su interpretación un homenaje a Lloris. "Me siento orgullosa de recoger su testigo en el Liceo", manifiesta. Y de paso aprovecha para quejarse de que pese a que ella es la protagonista de la zarzuela, Amadeu Vives la escribió pensando en el tenor. "¡Me come el plano todo el rato! Pero le quiero igual", dice condescendiente con una sonrisa.

Bros y Cantarero en el patio de butacas del Liceo.
Bros y Cantarero en el patio de butacas del Liceo.MARCEL·LÍ SÀENZ
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