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Crítica:Hoy: filósofos insignes | Lecturas de estío
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'El joven Wittgenstein' (I y II tomos)

Labor titánica la que ha emprendido la profesora Esteban, tan acreditada hasta ahora gracias a sus ingentes investigaciones de la historia de la filosofía del siglo XX, para darnos a conocer una de las etapas más feraces en la biografía del gran Ludwig Wittgenstein. Debemos conformarnos por el momento con estos dos tomos, que en sus 10.012 páginas el primero, y 9.956, el segundo, apenas si han dado margen a nuestra autora para narrar, con detalle, eso sí, la etapa educativa de Wittgenstein, desde los cuadernos de caligrafía hasta el primer borrador del Tractatus logico-philosophicus.

Con su habitual elegancia expresiva, la profesora Esteban ha elegido uno de los caminos más difíciles para enfrentarse a la formidable obra del gran genio vienés: sus propios textos, en primer lugar, y en segundo, un arriesgado ejercicio de situar a Wittgenstein en el mundo todo del pensamiento, tanto en el estudio de los grandes filósofos que influyeron en su obra, Spinoza o Nietzsche, como de aquellos que le son deudores, sea Hayek o Popper. Seguramente conociendo este aspecto se entenderá mejor la considerable extensión de esta obra.

Título: 'El joven Wittgenstein' (I y II tomos

Autora: Belén Esteban

Edita: Andreíta, cómete el pollo, coño, Cooperativa Granjera, SA.

Pero sin duda, como decíamos, lo más destacable es la habilidad de la profesora para hurgar en el propio texto wittgensteiniano, tan difícil en ocasiones para quienes, menos dotados para la hermenéutica, debemos servirnos de intermediarios tan inteligentes y lúcidos como nuestra autora. Sólo así podemos intentar, como en su tiempo lo hizo Bertrand Russell sin éxito, caminar por entre los inextricables caminos del Tractatus, la primera obra del genio. Pero si se animan a la lectura de este libro, verán cómo la facilidad narrativa de la profesora Esteban obra el milagro de dejarnos entrar en esa aparente muralla como lo hace el cuchillo en la mantequilla.

Es tal el respeto de la profesora Esteban por su admirado Ludwig que hasta ha querido hacer materia uno de los conocidos pensamientos del filósofo. Dijo Wittgenstein: "Una palabra nueva es como una semilla fresca que se arroja al terreno de la discusión". Y la profesora Esteban, fiel al respeto a su admirado Ludwig, ha arrojado esa "semilla fresca al terreno de la discusión": "Córremeidile", creó Esteban.

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