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Un ingeniero del caso de Castro de Rei implica a otros seis alcaldes

Las conversaciones del regidor apuntan a tratos de favor a empresas y particulares

Aunque las investigaciones y detenciones de lo que se conoce como Operación Rey se centraron en el Ayuntamiento de Castro de Rei, la declaración del ingeniero responsable de obras nuevas de la Diputación, salpica a los alcaldes de varios municipios de distinto color político, de entre los que, curiosamente, el mandatario investigado, Juan José Díaz Valiño (PSdeG), es el que sale mejor parado en sus confesiones.

Ante la juez, el ingeniero desveló todo un procedimiento de inflado de proyectos en cuya práctica implica a los alcaldes populares de O Vicedo, Jesús Novo; de Muras, Issam Alnaghm; de Cospeito, Armando Castosa, y el anterior mandatario de Ourol, Guillermo Salgueiro, además del regidor socialista de Castroverde, José María Arias, que es también diputado provincial. Se trataría de un proceso que se realizaba en los procedimientos negociados sin publicidad. En todo caso, según el ingeniero, tampoco varía en los casos negociados con publicidad, puesto que la diferencia es que hay que anunciarlo previamente, pero luego se invita a quien quiera la administración y su adjudicación no es siempre a la oferta más ventajosa, sino que se puede realizar discrecionalmente.

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Según el testimonio del ingeniero, los alcaldes tenían trato con él y por ello le encargaban proyectos de obra a precio de mercado, que luego adjudicaban por un valor superior que podía oscilar entre el 22% y el 28%, aunque también aludió a que hay casos en los que los sobreprecios alcanzaban el 50% del valor de los contratos.En el testimonio del ingeniero tampoco se libra el alcalde socialista de Foz, José María García Ribera, aunque, en este caso, el funcionario de la Diputación admitió que sus informaciones provienen de lo que le comentaron otras empresas. Sin embargo, deja fuera de esta práctica al alcalde de Castro de Rei, de quien aseguró que siempre le pedía que hiciera las valoraciones lo más ajustadas posible. Incluso especificó cómo sería, en líneas generales, el reparto del dinero de diferencia: un 16% de IVA, otro 6% de beneficio para el contratista y el 4% para la dirección de obra. Reconoció además que cuando tenía ocasión de comprobar las diferencias que había entre lo que él presupuestaba y las cantidades en que se adjudicaban los proyectos, prefería no preguntar a los alcaldes, puesto que ya sabía que era para llevarse el dinero.

Al margen de figurar un listado de obras concretas de años atrás con esta supuesta práctica irregular, en el que aparece un caso de presupuesto incrementado en un 47% en Muras, el funcionario sostuvo ante la juez que también pudo haber ocurrido lo mismo en obras del Plan E en Cospeito y O Vicedo, y en Castroverde, del Plan de Regeneración de Caminos. Además, apuntó la sospecha de que en la Diputación ocurría algo extraño, ya que, según él, con el anterior equipo de gobierno se gastaban unos ocho millones de euros en conservación de vías y el año pasado la cifra se elevó a 14 millones, cuestión que dijo que había comunicado al presidente de la institución provincial, el socialista José Ramón Gómez Besteiro, tras haber comprobado el mal estado de algunas carreteras en municipios como Trabada o Pastoriza.

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Al margen de ese testimonio, buena parte de los 2.000 folios de los que consta el sumario, cuyo secreto levantó el lunes la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, Estela San José, recogen conversaciones del alcalde de Castro de Rei, Juan José Díaz Valiño con otros concejales y con empresarios en los que se desvelan presuntos tratos de favor. Suelen ser pequeñas adjudicaciones, como la de una panadería. "Yo hablaba de no quitarle todo a Rozas (...) porque había dos contratos: uno de 7.000 euros y uno de 13.000. Y, entonces, darle el grande de los 13.000 euros a Os Luises y mantenerle a Panadería Rozas el pequeño", dice Valiño. Sobre esto mismo, el sumario recoge otra conversación de la mujer del alcalde con otra persona: "El pan os lo dará a vosotros, ya os explicará cómo es el rollo. Podía daros todo, pero es por no montar escándalo". Le cuenta a su interlocutora que hay muchas panaderías interesadas y le confiesa su sospecha de que el teléfono pueda estar intervenido, a lo que le contesta: "Eva, imagínate que el teléfono de Juan esté pinchado, mañana lo despiden". En esta línea, de pequeños favores, se resume bien el tono de las conversaciones mantenidas por el alcalde.

En otra de las muchas conversaciones de Valiño con Roberto Lorenzo, concejal de Terra Galega, le dice: "A mí me va a decir: 'te cogí la chavala para allí, pero también te doy una obra en la que vas a ganar dinero'. Pero una cosa es ganar dinero y otra no poner nada de mejora". El sumario recoge decenas de diálogos en los que el alcalde habla de "arreglar" una serie de obras con otros integrantes del gobierno local. A uno de ellos, Antonio Balado, le dice sobre una obra: "Tenemos que pagar nosotros todo. No debe pasar de 200 para que podamos jugar con ellas para la hora de adjudicarlas. Las vamos a dar a quien nos dé la gana". Este mismo concejal, le espeta a la secretaria municipal cuando veta la contratación de una familiar: "Tú eres muy legal (...) y no tardarás más de tres meses en caer".

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