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La Paz paga 160.000 euros por confundir un infarto con un ataque de ansiedad

Elena G. Sevillano

Los abogados del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) no han querido ni esperar a la sentencia. Han preferido firmar un acuerdo e indemnizar a la familia de Andrés Minero, un hombre de 44 años que murió en 2006 como consecuencia de una negligencia médica cometida en el hospital La Paz. El Sermas -en realidad, la aseguradora- pagará 160.000 euros por no detectar el inicio de infarto que estaba sufriendo y mandarle a casa con diagnóstico de ataque de ansiedad. El acuerdo, firmado el 17 de mayo, menciona únicamente la "falta de adecuación al protocolo de actuación (...) ante los síntomas que presentaba" el paciente. Sin embargo, el informe que realizó la Inspección Sanitaria en junio de 2008, al que ha tenido acceso EL PAÍS, es demoledor: "La asistencia sanitaria prestada a don Andrés Minero por el servicio de urgencias de La Paz fue médicamente incorrecta", afirma la inspectora. El "médicamente incorrecta" aparece subrayado. Ante los síntomas, "no se siguió el protocolo de actuación establecido, dando de alta al enfermo sin avisar al cardiólogo", añade.

El 6 de diciembre de 2005 Andrés Minero, autónomo que tenía su propia empresa de reformas, se levantó con dolor y presión en el pecho. Su mujer, Pilar Sánchez, le convenció para que fueran a urgencias de La Paz. "El médico dijo que parecía un ataque de ansiedad y lo mandó a casa", explicaba ayer al teléfono. Al día siguiente no se encontraba bien. "Si han dicho que no es nada, no será nada", recuerda Pilar que pensaron. "Día y medio después estábamos los dos en casa cuando le dio el infarto. Fue horrible. Llevaba día y medio infartando".

Ya no se recuperó. Empezaron las complicaciones, le operaron varias veces, en una de las cuales sufrió un infarto cerebral... Murió el 9 de septiembre de 2006. Dejaba dos hijas, que hoy tienen 20 y 26 años. La inspectora médica asegura en las conclusiones de su informe que "probablemente este especialista [el cardiólogo] hubiera ingresado al paciente para control y tratamiento (...) con la sospecha de que el paciente podía tener una angina inestable". De haberle ingresado, asegura, se hubiera "minimizado el riesgo de aparición de eventos graves posteriores".

"La actuación médica fue totalmente negligente", asegura el abogado de la familia, Álvaro Sardinero, de la asociación El Defensor del Paciente. A medio juicio, en la fase de prueba, el Sermas ofreció el acuerdo. "El caso estaba clarísimo", dice Sardinero.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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