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"Viviendo la vida" de Seoane

A Coruña acoge una gran retrospectiva del polifacético artista e intelectual nacido hace un siglo en Buenos Aires

Tan vasto e inabarcable como cercano y completo, el universo del genial Luís Seoane (Buenos Aires, 1910-A Coruña, 1979) se despliega, aunque sólo en parte, hasta julio en la fundación coruñesa que lleva su nombre. La muestra conmemora los cien años de su nacimiento en la capital argentina, la ciudad donde, ya adulto y tras el alzamiento fascista de 1936, volvería a refugiarse durante 30 años de exilio político. Una extensa retrospectiva de la vida y obra del pintor, ilustrador, escritor y editor -por citar sólo algunas de sus facetas- traza, en siete apartados, un ameno e interesante recorrido por los trazos y figuras, la guerra y la emigración o los sueños y los bestiarios del polifacético creador.

"Es el tesoro de un hombre cosmopolita y de pueblo", señaló el comisario
La muestra reúne 700 dibujos, un centenar de óleos y decenas de fotos

Acaban de cumplirse, exactamente el pasado lunes, 31 años de su muerte en A Coruña. Y si Seoane era ya en vida considerado un adelantado a su tiempo, pionero en múltiples iniciativas, estilos y creaciones, su obra se desvela en esta amplia muestra rabiosamente contemporánea y moderna. Gran parte, aunque no todo, de su ingente legado que custodia la fundación nacida en 1996 de la mano de su viuda Maruxa, volvió a salir de los archivos con ánimo de ofrecer una revisión y nueva perspectiva de la fértil trayectoria del artista e intelectual.

"Es el tesoro de un hombre tan cosmopolita como con identidad de pueblo, que siempre se preocupó por abrir ventanas a todo tipo de artistas procedentes de todas las latitudes", destacó el director de la fundación y comisario de esta muestra, Alberto Ruiz de Samaniego. "Es la memoria de un artista que fue voz de un país periférico e históricamente olvidado, Galicia, y el suyo es el legado cultural de todo un pueblo", ahondó José Luis García, de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, colaboradora junto a la Xunta de esta macroexposición. Bajo el evocador título de A configuración do posible, reúne más de 700 dibujos, un centenar de óleos, otros tantos grabados, decenas de fotografías e incluso muestras epistolares de uno de los epistolarios más importantes de la cultura gallega.

Sus pasiones tempranas, siendo aún estudiante de Derecho en Santiago, por el expresionismo alemán, George Grosz -de quien con el tiempo escribiría una pequeña monografía-, Picasso y sobre todo por Fernand Léger acompañaron al creador a lo largo de toda su vida. Así se recoge en el apartado Trazos y figuras de la retrospectiva.

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Paisajes y bodegones, bestias imaginarias que poblaron decenas de álbumes de grabados en la última década de su existencia o mundos míticos que recreaba Galicia bajo sus aspectos más atlánticos o románicos, pero también un mundo celta de carácter surrealista, son desplegadas a lo largo de las múltiples salas de la Fundación Seoane.

El artista también fue famoso como diseñador gráfico, como ilustrador e infatigable editor, empeñado en su exilio forzoso en recuperar y difundir la cultura gallega y también las manifestaciones artísticas de la II República, ya amenazadas de muerte por la dictadura militar de Francisco Franco.

Pero mentar a Seoane es inevitablemente hablar del Laboratorio de Formas de Galicia, que ideó junto a Isaac Díaz Pardo a semejanza de la Bauhaus de Weimar, y de todo lo que derivó de esa aún hoy tan actual industria artística: Ediciós do Castro o las famosas fábricas de cerámicas de O Castro y de Sargadelos, en Cervo (Lugo).

Comprometido en lo ideológico, en lo estético y en lo vital, Luís Seoane destacó ya contra la dictadura de Primo de Rivera en los años 20, siendo aún sólo un abogado laboralista, por sus combates en favor de obreros anarquistas de la CNT y de las clases más desfavorecidas de la sociedad. El capitalismo fue su gran bestia negra y para ilustrarlo la exposición se centra en la serie de dibujos de 1952, Paradojas de la Torre de Marfil, donde la crítica social es tan feroz como actual, vista desde estos momentos de crisis económica.

Un documental rodado especialmente para esta ocasión, además de un original diccionario que recogerá las definiciones de todos los lugares, términos y expresiones propias del universo de Seoane, completarán esta muestra, inaugurada ayer a modo de clausura del congreso que acaba de celebrarse en el Consello da Cultura Galega en Santiago sobre su figura y genio con invitados internacionales. Las tres universidades gallegas capitanearán otras tantas jornadas sobre Seoane tras el verano, todavía dentro de los actos del centenario de su nacimiento.

Luís Seoane se retrató en 1974 desdoblado en imágenes superpuestas, dibujadas con tinta china. Dos décadas antes, publicaba otro autorretrato en verso en el que se vindicaba libre: "Recorro desde hace años los caminos, sin someterme a nadie, viviendo la vida".

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