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Reportaje:

La pesadilla de llegar a casa

Unas obras obligan a los vecinos de Santa Cruz de Alicante, muchos ancianos, a entrar y salir de sus casas por interminables escalinatas

Hay vecinos con bebés que se han mudado porque no podían acceder a sus casas con los carritos, y los que resisten se quejan de dolores en las piernas por las dificultades diarias que sufren desde que les cerraron el acceso por carretera. Su única opción es subir y bajar al barrio por las interminables y serpenteantes escalinatas. Con sus calles soleadas llenas de flores y salpicadas de pequeños miradores, el barrio de Santa Cruz de Alicante es un premio para los sentidos, pero alcanzar su parte más alta, desde donde se divisa la costa, es poco menos que una pesadilla. O un víacrucis, por recurrir a una terminología que estos días cobra fuerza y que convierte al barrio más escarpado de Alicante en protagonista de la Semana Santa.

"Bajábamos dos veces al día, pero ahora te lo piensas"
"Estamos encerrados y no podemos salir ni invitar a amigos"

"Tenemos 133 escalones hasta casa", protestan Jaime y Alicia, un matrimonio que vive en la zona más alta y que ha reducido al máximo sus salidas. "Antes bajábamos dos veces al día, pero ahora te lo piensas y no sales. Con las piernas como las tengo...", se lamenta Alicia, que esa mañana ha decidido bajar al centro.

Desde que a mediados de febrero el inicio de las obras a raíz varios desprendimientos del tramo de la muralla situada junto a la entrada oeste del barrio conllevara el cierre del acceso rodado por El Portón, al centenar de vecinos de la parte más alta de Santa Cruz se les ha complicado mucho la vida. Muchos son ancianos. "El único que hasta la fecha no nos ha dejado tirados es Mercadona", menciona Alicia. Las dificultades se multiplican.

A Nieves Pérez, de 83 años, Cruz Roja tuvo que bajarla "en sillita" hasta la plaza del Carmen porque tenía que someterse a una intervención. Las escaleras les cortan las alas: "Son un mata personas". "Si tuviera El Portón abierto, yo despacito bajo", agrega. Hasta su puerta llega Mari Cruz con su carro de la compra. Vive sola, tiene 76 años y tiene que subir "todo" lo que necesita. "Estoy rabiando de las piernas", se queja.

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"Estamos encerrados y no podemos salir ni invitar a nuestros amigos. Además, las obras van muy lentas", agrega Ruth Haswell, otra vecina del barrio. Los vecinos están recogiendo firmas y reclaman que se agilicen las obras y que se les dé mientras una solución provisional.

El gerente del Patronato Municipal de la Vivienda de Alicante, Gaspar Mayor, asegura que se ha reunido con los vecinos para informarles de que técnicamente no es posible reabrir de momento El Portón. Mayor explica que hace un mes y medio se tomó la decisión de demoler la muralla "al no haber rehabilitación posible" y con la idea de volver a levantarla. Mientras, agrega, el Ayuntamiento dará la opción a los vecinos mayores de dejar la compra en el centro comunitario para que la suban jóvenes.

El cierre del vial del barrio de Santa Cruz de Alicante aisla al vecindario, que tiene que subir por las escalinatas.
El cierre del vial del barrio de Santa Cruz de Alicante aisla al vecindario, que tiene que subir por las escalinatas.PEPE OLIVARES

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