Rafael El Negro, el duende elegante del baile

Aquejado de una larga enfermedad y hospitalizado desde hace meses, la vida del bailaor Rafael García Rodríguez, Rafael El Negro, se apagó con las primeras luces del día 17 en el hospital Infanta Luisa de Sevilla. Su baile por bulerías, que marcaba con las cualidades de su personalidad, forma ya parte de la galería esencial del flamenco. En su prolongada hospitalización, el artista estuvo acompañado por su esposa, la bailaora Matilde Coral, que se encontraba a su lado en el momento del fallecimiento. Precisamente esta dedicación hizo que a la artista flamenca se la echara en falta en el recientemente concluido XIV Festival de Jerez, del que es maestra y espectadora habitual.

El Ayuntamiento de Sevilla emitió un comunicado para expresar su "más hondo pesar" por la desaparición del artista. Igualmente, el director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, Francisco Perujo, dijo que, "con Rafael, se va uno de los soportes del baile masculino y del baile en general". "Era elegante y sobrio, y sabía transportar esa elegancia a su forma de ser y estar fuera de los escenarios", recalcó Perujo. El director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco subrayó también su aportación a la escuela sevillana del baile, de la que Matilde Coral es estandarte principal.

Nacido en el sevillano barrio de Triana en 1932, Rafael El Negro absorbió el baile de una forma natural. Lo hizo dentro de su familia y en las fiestas del barrio, aunque quien más le influyó hasta ser reconocido como su maestro fue su primo El Titi. Rafael El Negro debutó pronto, con 16 primaveras, y años después accedió al tablao sevillano El Guajiro, donde conoció a Matilde Coral, esposa y compañera artística. Con ella tuvo tres hijos: Rafael, Rocío y María. Con su esposa formó parte de importantes compañías, como la de José Greco, con las que realizó numerosas giras internacionales. Pero, sin duda, la colaboración más importante entre ambos artistas fue la que realizaron junto al también bailaor Farruco. Los tres crearon, a finales de los años sesenta, uno de los grupos más conocidos y recordados del baile flamenco, el trío Los Bolecos, con el que obtuvieron el Premio Nacional de Baile de la Cátedra de Flamencología de Jerez.

Rafael El Negro estaba retirado de los escenarios desde los años setenta. En 1976 participó en el espectáculo Arte flamenco de Matilde Coral y, desde entonces, sus apariciones han sido puntuales. Quienes lo conocieron bien opinan que el flamenco perdió su arte, pero ganó un padre de familia ejemplar. El baile de Rafael El Negro siempre fue reconocido por su valor para transportar la esencia de su estirpe con una especial elegancia y majestuosidad, valores que fueron reconocidos por la desaparecida maestra Pilar López. De manera especial, será recordado su baile por bulerías, al que dotaba de rasgos de gran personalidad.