La hostelería constata el escaso impacto económico de la Copa

La 33ª edición de la Copa del América arrancó ayer en Valencia (aunque los dos barcos tuvieron que volver a las bases por falta de viento) y durante unos días el nombre de la ciudad se oirá en muchos rincones del mundo. El sector turístico sabe eso, y también que la huella económica que la competición dejará esta vez será superficial.

"Valoramos de forma positiva que se celebre, pero no tiene nada que ver esta Copa del América con la anterior", afirma Luis Martí, secretario general de Unión Hotelera de la Provincia de Valencia, "y tampoco vamos a tener datos de ocupación fiables porque coincide con [la feria internacional de la cerámica] Cevisama, con lo cual no podremos distinguir quién ha venido por la feria y quién por Cevisama". "En cifras absolutas, el impacto económico sobre el sector va a ser muy reducido", añade Vicente Pizcueta, portavoz de la Federación Valenciana de Hostelería, "pero esta semana se celebran, además, Cevisama, el carnaval y el día de San Valentín. Y por todo esto, la importancia relativa de la semana comparada con la misma del año pasado será alta".

A pesar de ello, ayer, día inaugural de las regatas, podía encontrarse habitación en cuatro de los cinco hoteles de cinco estrellas que hay en Valencia desde 74 euros la noche. Y los cuatro tenían camas libres hasta el viernes. "La Copa está pasando desapercibida", opinaba una fuente del sector hotelero, "y aunque las fechas y el modelo de regatas no es el deseable, el evento podría haberse optimizado con una campaña de promoción internacional que no se ha hecho. La publicidad se ha puesto en la prensa local, donde su efecto turístico es neutro, cuando tendría que haberse publicado en el New York Times para atraer turistas extranjeros, pero nos consta que no ha sido así".

"La America's Cup ha sido muy importante", agrega otra fuente del sector, "pero su gestión política ha estado marcada por la improvisación no sólo del día después. Un año antes de la Copa Louis Vuitton (en abril de 2007) tendríamos que haber tenido un calendario de lo que se quería hacer con la dársena en los próximos años, y todavía lo estamos esperando".