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Reportaje:Estilos

Del cine 'de guerrilla' a la Berlinale

La cortometrajista Beatriz Sanchis competirá en Berlín junto a Spike Jonze

Cuando Beatriz Sanchis (Valencia, 1976) rodó su primer cortometraje profesional, el documental La clase, pensó que acabaría cogiendo polvo en un cajón. "Ni siquiera tenía un afán narrativo, seguía a unos niños durante el curso escolar en la clase de teatro", explica. Ni por asomo imaginó que acabaría recolectando más de veinte premios en festivales españoles e internacionales, con una nominación al Goya como colofón. "Yo estaba más sorprendida que otra cosa con lo que estaba pasando. Es más, cuando la ceremonia de los Goya estaba tan nerviosa que me daba hasta corte ganar. Cuando perdí, pensé: 'Menos mal que no tengo que salir a hablar".

Hoy, a pesar de su corta experiencia en la dirección, las tablas le dirigen hacia el Festival de Berlín, que en la próxima edición celebra su 60º aniversario. El próximo 16 de febrero estrenará allí Mi otra mitad, que competirá por el Oso de Cristal en la sección Generation con Spike Jonze y su corto I'm here. Curiosamente, ambos cortos cuentan historias de amor con un elemento fantástico. El del director de Donde viven los monstruos trata sobre un robot enamorado, y el de Sanchis, sobre el encuentro entre dos almas complementarias aquejadas de extrañas enfermedades de la vista.

A esas dos almas imantadas les dan cuerpo Nadia de Santiago y Fernando Tielve, dos jóvenes actores españoles que toman distancia del pelotón de guapos al uso de la tele gracias a su inusual talento. "Vi a casi todos los actores de su generación, pero sólo ellos lograron transmitirme esa singularidad. Curiosamente a Tielve lo encontramos en el festival de Berlín el año pasado, en la misma sección donde ahora competimos, al verle como protagonista de la película Unmade beds".

El aterrizaje de Beatriz Sanchis en el cine tampoco tuvo nada de habitual. Recién llegada a Madrid tras estudiar Comunicación Audiovisual, conoció al diseñador Carlos Díez, por entonces estilista en cine y publicidad. "Me ofreció ser su asistente. Y yo le dije: 'yo no sé ni planchar ni coser un botón, te aviso'. Y él me respondió: 'No te preocupes, cariño, yo te enseño'.

En paralelo se tiró a la calle con una cámara doméstica. "Fue una época muy gamberra. Hacía con amigos lo que denominamos expresamente 'vídeos caseros'. Grabábamos desnuda a la gente que acudía a las Panty Parties del bar Oui de Madrid, rodábamos piezas en mitad de las procesiones de Semana Santa... Todo muy de guerrilla, con cámara MiniDV y factura cutre. Con uno de esos vídeos que hacía por 30 euros llegué a competir en el New York Independent Film Festival".

Ahora, Beatriz Sanchis compagina su trabajo como regidora (su última película ha sido Hierro) con su incipiente carrera como cineasta. Espera que su próximo paso sea el largo. "Me cuesta definir los géneros que trato, pero lo que he escrito es un drama familiar fantástico, una cosa un poco rara".

Una imagen del documental <i>Mi otra mitad</i>.
Una imagen del documental Mi otra mitad.

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