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Turismo da por bueno el año 2009, pese a que las llegadas cayeron un 12%

La Junta admite la necesidad de ampliar la oferta e incluir contenidos "más ricos"

Andalucía perdió el año pasado casi tres millones de visitantes, un 12% menos que los 25,1 millones contabilizados en 2008, pero el ejercicio deja constancia de la fortaleza del sector porque la caída no es que sea menor que las de otras actividades, sino que el frenazo es menos brusco que en las principales comunidades autónomas turísticas.

Relativizar los datos para valorarlos en su justa medida en un contexto de profunda crisis económica mundial fue ayer el empeño del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y del consejero de Turismo, Comercio y Deportes, Luciano Alonso, en la jornada inaugural de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) en la que instituciones y empresas se afanan en buscar brotes verdes para el nuevo año. "Somos muy buenos en turismo y Andalucía ha demostrado que puede hacerlo mejor que ninguna otra comunidad autónoma", tranquilizó Griñán, que admitió la necesidad de ampliar la oferta para hacerla "más rica en extensión territorial y contenidos".

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Según el avance dado a conocer ayer, Andalucía habría recibido 22,1 millones de turistas en 2009, igual que hace cinco años y lejos del techo histórico de 25,8 millones logrado en 2007. Una de las consecuencias es la presumible caída de los ingresos. La consejería no tiene aún cerrado el balance, pero Alonso resaltó que el valor de la estancia media, 527 euros por viajero, se ha incrementado un 5,2%, pero no da para compensar la caída del número de visitantes. Es costumbre que el primer día de Fitur, la Junta presente el balance del ejercicio anterior, pero como este año se ha adelantado la feria una semana, Alonso adujo que aún no dispone de todas las magnitudes.

Del cuentagotas, Alonso extrajo los datos precisos para avalar que 2009 no fue un año tan malo para el turismo andaluz y las pernoctaciones hoteleras. En total se contabilizaron 40,7 millones de estancias, un descenso del 7,9% que es el más atenuado de las principales comunidades autónomas. "No creo que sea un mal dato", insistió.

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El ejercicio lo ha vuelto a salvar el turismo nacional, Y es que los 23,2 millones de estancias que los viajeros españoles hicieron en hoteles andaluces en 2009 fue sólo un 2,3%, de forma que la comunidad se consolida como el destino preferido dentro del propio país, 21% del total, e incluso amplía su diferencia respecto a las demás.

Además, la consejería recalca que Andalucía "ha aguantado mejor que otros destinos el descenso de los viajes internacionales". La afluencia de visitantes extranjeros descendió un 8,8%, cuando en Baleares, Comunidad Valenciana, Cataluña y Canarias lo hizo entre un 9,4% y un 11,9%.

Alonso recordó de nuevo el grave perjuicio que causa la fuerte depreciación de la libra frente al euro porque Reino Unido es el país del que más turistas llegan a Andalucía y anunció que se van a intensificar las campañas en el mercado francés, con Picasso como reclamo principal, y en los países nórdicos.

Sin querer dar una previsión (hace un año se anunció un descenso de los turistas de entre un 1,5% y 2% que se ha sobrepasado nada menos que en 10 puntos), Alonso expuso que es "extremadamente optimista" y que afronta el futuro inmediato "con entusiasmo". El consejero resaltó también la confianza que muestra el empresariado, ya que a pesar de todo, a lo largo de 2009 se abrieron 3.500 nuevas camas.

Griñán compartió optimismo al vaticinar que en 2010 "se va a crear una nueva cultura turística" dentro del proyecto Andalucía Sostenible. El presidente reafirmó su confianza en la riqueza de los atractivos de Andalucía. Pero insistió en que es necesario crear nuevos espacios y nuevos itinerarios, "El turista ha cambiado y no quiere ya sólo estar en un sitio, sino que quiere actividad y experiencias que vivir".

Brillo sin tanto dinero

La crisis se deja notar en Fitur, y no sólo porque sea el asunto central del certamen, sino porque afecta a su propio aspecto. En una feria donde habitualmente todo es derroche, salta a la vista cualquier intento de austeridad, por nimio que parezca. El pabellón número 3 de Ifema, de más de 10.000 metros cuadrados, donde desde hace años Andalucía tiene su expositor no se ha vendido entero este año. Turismo Andaluz ha recortado su superficie de 6.700 a 6.100 metros cuadrados, y también han recortado espacio los ayuntamientos que instalan sus propios expositores.

Además, Turismo Andaluz ha dado un giro notable al diseño del expositor respecto a otros años. En esta edición priman los espacios diáfanos, se busca la amplitud y la luminosidad. Incluso se ha empleado una moqueta blanca para contribuir al empeño. La sensación es que no parece que el pabellón andaluz tenga 600 metros cuadrados menos. El blanco predomina sobre todo. El pabellón está formado por paneles blancos o con grandes fotos, con intensa luz blanca y espacios diáfanos. A los expositores de las diputaciones se les pidió que respeten un espacio diáfano delantero, de forma que el pasillo central parece más amplio.

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