Un imputado en Mercasevilla interrumpe su declaración

Los tensos interrogatorios del caso Mercasevilla alcanzaron ayer una cumbre de crispación inédita hasta ahora. La juez instructora, Mercedes Alaya, tensó la cuerda excesivamente y provocó la protesta común de ocho abogados personados en el caso. Ayer declaró Domingo Enrique Castaño, ex asesor del alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, y a mitad de la comparecencia interrumpió su testimonio para "salvaguardar" sus derechos procesales durante el interrogatorio de la juez. Castaño había accedido a comparecer, pero las preguntas y el tono inquisitorial de la instructora le hicieron cambiar de opinión tras el consejo de su abogado.

La juez considera que Castaño tuvo "una participación decisiva" junto al resto de imputados para el "amaño" fraguado en el concurso para la venta de terrenos municipales. Las protestas de los letrados se sucedieron mientras que la magistrada preguntaba a Castaño por sus opiniones sobre hechos sospechosos. La tensión fue en aumento hasta que la defensa de Castaño solicitó que se grabaran las declaraciones en soporte audiovisual para evitar equívocos.

La juez se negó, ya que la ley no le obliga a las grabaciones, pero a continuación ocho letrados, todos los personados excepto el del PP, insistieron y propusieron aportar los medios de grabación. Sin embargo, la juez volvió a negarse. "No se le permite al imputado manifestar las explicaciones que tiene", argumentó el abogado. Y desde ese momento Castaño se negó a declarar.

Uno de los abogados censuró el interrogatorio de la juez: "Ha preguntado cuatro veces lo mismo. Aquí no hay indicios de prueba, sino estados de opinión". A continuación, tanto la juez como las defensas expusieron las preguntas para determinar su vinculación con Monteseirín y sus lazos profesionales con el ex directivo imputado Fernando Mellet. Entre otras cuestiones, Castaño debía haber respondido a por qué la constructora Sando, que se alzó con el concurso supuestamente "fraudulento", le contrató como asesor años después del concurso.

Castaño, ex director del área de Vía Pública del Ayuntamiento, declaró que "no mantenía una fluida relación con Sando" y que no ofreció a dicha constructora la posibilidad de lograr el derecho de superficie que le favorecería posteriormente para ganar el concurso.