Zapatero cede protagonismo a Rompuy

"Nuestro primer objetivo es que en estos seis meses se produzca la consolidación institucional de las nuevas figuras de la Unión [...] y la clara visibilidad de la alta función que el Tratado de Lisboa atribuye al presidente del Consejo Europeo". Con estas palabras, José Luis Rodríguez Zapatero ilustró ayer su decisión de apartarse a un lado y ceder todo el protagonismo al nuevo presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.

A 15 días del inicio de la presidencia española de la UE, el próximo 1 de enero, Zapatero recibió ayer en La Moncloa al ex primer ministro belga para dejarle claro que no le disputará su liderazgo al frente de la Unión durante los próximos seis meses. Eso significa, según fuentes gubernamentales españolas, que Rompuy presidirá todas las reuniones de jefes de Estado y de Gobierno de la UE durante la presidencia española. Es decir, no sólo los consejos europeos a celebrar en Bruselas (uno extraordinario en febrero y dos ordinarios en marzo y junio), sino también las cumbres bilaterales previstas en España (con América Latina, Centroamérica, Mercosur, Caribe, Comunidad Andina, Marruecos, México, Chile e incluso Estados Unidos, con la anhelada presencia de Barack Obama). En todas estas citas, Rompuy presidirá la delegación europea, mientras que Zapatero se sentará a su derecha, como presidente de turno de la UE. Aunque el Tratado de Lisboa prevé que Rompuy presida las reuniones del Consejo Europeo, fuentes diplomáticas recordaron que en la cumbre de octubre en Bruselas se reconoció que la presidencia española sería de "transición", por lo que Zapatero podría haber reclamado un mayor papel. Sin embargo, ha preferido que Rompuy ejerza plenamente sus funciones desde el 1 de enero, cuando comienza su mandato, consciente de que lo que haga la presidencia española sentará precedente para las siguientes.

El hecho de que Zapatero se eche a un lado no significa, según las mismas fuentes, que se quite de en medio. Rompuy carece aún de equipo propio y toda la preparación de la presidencia la ha hecho ya el Gobierno español. "Tiene a su disposición la presidencia rotatoria, toda nuestra capacidad de organización y nuestro trabajo previo para llevar adelante la función de liderazgo", dijo Zapatero a su huésped, que también fue recibido en audiencia por el Rey.

Zapatero, según las fuentes consultadas, ha explicado a Rompuy que no tiene interés en acudir a las cumbres bilaterales que la UE celebrará, bajo presidencia española, en Japón y Rusia, pero está dispuesto a hacerlo si éste lo considera necesario. España ha propuesto celebrar en Bruselas las cumbres con Canadá y Pakistán.

La duda es la cumbre de la Unión por el Mediterráneo (UPM), que previsiblemente tendrá lugar en junio en Barcelona, pues la copresidencia no corresponde a la presidencia rotatoria sino a España, que tomará el relevo a Francia, aunque es probable que este esquema se revise.

La UE deberá decidir quién la representa en la cumbre del G-20 prevista en junio en Canadá, aunque La Moncloa asegura que Zapatero asistirá representando a España y no a la UE. Donde no estará, salvo sorpresa de última hora, es la cumbre del G-8 que precederá a la del G-20.