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Collserola se convierte en parque natural y amplía sus límites

El DOG publica hoy el decreto que excluye nuevos edificios residenciales

Siete años después de que el Parlament aprobara una resolución en la que se instaba al Gobierno a declarar Collserola parque natural, el Diari Oficial de la Generalitat (DOG) publica hoy el decreto que define los nuevos límites del parque y los amplía. Es el penúltimo paso, antes de que el Consell Executiu lo apruebe definitivamente. El texto del decreto y los nuevos límites del parque han sido pactados por Medio Ambiente con los nueve municipios en los que se extiende, además de con la Diputación de Barcelona, que lo gestiona, y con el Departamento de Política Territorial, que dispone de varias infraestructuras (carreteras y líneas ferroviarias) que cruzan el territorio del nuevo parque. La declaración de Collserola como parque natural aumenta la protección e impide la construcción de nuevos edificios residenciales. Sólo se podrán ampliar algunos equipamientos en suelos que ya estaban catalogados para ello.

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Collserola ya es parque natural

La declaración de Collserola como parque natural implica el reconocimiento de que tiene unas características biológicas y paisajísticas merecedoras de una protección especial para garantizar su mantenimiento y conservación. En Collserola hay 190 especies de vertebrados, además de una amplia variedad de árboles y arbustos. Hay también tres zonas que tendrán un tratamiento específico y que son declaradas "reservas naturales parciales", lo que les confiere una protección superior. En estos espacios, además de quedar excluidas las edificaciones, no se podrán introducir especies ni practicar la caza. Son La Rierada y Can Balasc, donde hay zonas boscosas, y la Font Groga, con una población de robles y encinas de gran valor.

El decreto no incluye la definición de una zona de "preparque", una pretensión del Ayuntamiento de Barcelona. Esto habría dibujado unos límites difusos de unos 150 metros entre el núcleo urbano y la carretera de las Aguas por los que habrían podido colarse los constructores. En cambio, respeta la mayor parte de edificaciones ya existentes en el interior del parque como las de Vallvidrera y Les Planes, en Barcelona, y la Colonia Perers, en Sant Cugat, pero impide las obras previstas por el grupo Núñez y Navarro en la Torre Negra, también en Sant Cugat.El nuevo parque natural tendrá 8.320 hectáreas, lo que significa que aumenta en 804 hectáreas el espacio ya protegido, además de incrementar la protección. Hasta ahora la sierra estaba sólo incluida en el plan de espacios de interés natural (PEIN), un plan que limita el urbanismo sin excluirlo totalmente.

El parque de Collserola ha tardado siete años desde su primera concepción debido a que el Departamento de Medio Ambiente buscaba un pacto entre todas las administraciones afectadas. Los últimos escollos no se han vencido hasta hace apenas dos semanas. Uno fue la inclusión de un tramo de El Papiol en la zona protegida: Política Territorial pretendía que el límite coincidiera con la autopista. Medio Ambiente, en cambio, deseaba proteger una franja más allá de esta vía. Al final, así ha sido. El segundo escollo era el tratamiento que dar a la zona de Can Busquets, en Sant Cugat del Vallès. Finalmente, un acuerdo ente el municipio y los propietarios ha despejado el problema. Esta zona se convierte en "espacio de regulación especial", el mismo tratamiento que se concede al valle de Sant Just, en la localidad homónima, y al Torrent del Duc, en Sant Feliu del Llobregat. Este régimen se aplica a estas tres zonas del parque donde ya hay edificaciones y que muestran una vinculación estrecha con la trama urbana.

La población que más territorio ve protegido con los nuevos límites es Sant Cugat (274 hectáreas más), seguida de Cerdanyola (180 hectáreas) y Molins de Rei (94). Las tres poblaciones son también las que ocupan mayor número de hectáreas en el parque: Sant Cugat supera las 2.100 y las otras poblaciones, además de Barcelona, el millar.

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La tramitación del proyecto ha sido larga. En 2002, el Parlament instó al Gobierno catalán a declarar Collserola parque natural, pero hasta 2004 no se inició el estudio de las medidas necesarias para ello. El primer borrador estuvo listo en 2005 y durante los años 2006 y 2007 se produjeron diversas negociaciones entre los municipios y los departamentos del Gobierno catalán, de las que salió un segundo borrador que ha sido renegociado en 2008 y 2009. Hoy, el DOG publica el decreto pactado que somete a información pública los límites del nuevo parque, así como los mecanismos de gestión. El último paso es la aprobación del plan por el Consell Executiu, previsiblemente en la primavera de 2010.

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