Gemma Montull dice que cumplía órdenes de Millet y su padre

La que fue directora financiera de la Fundación Orfeó Català, Gemma Montull, tiró ayer pelotas fuera ante el juez y declaró que desconocía por completo el saqueo protagonizado por su padre, Jordi Montull, y por el presidente de la entidad, Fèlix Millet. Para avalar su declaración exculpatoria y su desconocimiento sobre las cuentas de la entidad, Gemma Montull explicó que era licenciada en magisterio.

La imputada aseguró que su cargo de directora financiera era "simbólico" y que, en realidad, era una adjunta a su padre, el director financiero de la entidad. Según su versión, era el departamento de contabilidad el que se encargaba de la gestión económica del Palau.

Esta versión es completamente distinta de la que relató al juez Pau Duran, tesorero el Orfeó Català desde 2001 hasta que fue destituido por los nuevos gestores del Palau. Según este imputado, Gemma Montull presentaba cada año las cuentas de la entidad, un hecho que no casa mucho con los desconocimientos que esgrimió la acusada a preguntas de su abogado, Jesús María Silva, socio del despacho de Pau Molins, que defiende a Millet y al padre de Gemma.

Las declaraciones de ayer se producen casi seis meses después de la querella que presentó el fiscal Emilio Sánchez Ulled el pasado 10 de junio, en la que ya se solicitaba esas imputaciones y la de Enric Álvarez, secretario del Orfeó durante 40 años y tesorero de la fundación desde 1980. Fuentes judiciales explicaron ayer en que no se recuerda un precedente en el que un juez de instrucción de Barcelona haya tardado tanto, como ha hecho Juli Solaz, en acordar esas declaraciones.

El fiscal y el abogado de la acusación ejercida por Consorcio del Palau solicitaron ayer la prisión preventiva de Montull por riesgo de fuga y destrucción de pruebas, pero la mujer quedó en libertad sin fianza y sin ninguna medida cautelar por decisión de Solaz. Cuando el juez registró el Palau el 23 de julio, Gemma Montull intentó esconder un lápiz de memoria con información relativa a diversos pagos efectuados por su padre y Millet, así como un pelotazo urbanístico finalmente desbaratado que consistía en que el Orfeó comprase a una empresa de los dos saqueadores un local por tres millones de euros que fue tasado en la mitad. Gemma justificó ayer ese comportamiento argumentando que se trataba de documentación personal. Los dos tesoreros también coincidieron ayer en que alguien falsificó sus firmas en diversos documentos y que desconocían el saqueo.