La Vall recela de las fusiones

En el intrincado proceso de hipotéticas fusiones de las cajas de ahorro valencianas, espoleado por el Banco de España y por el súbito interés del Consell en forzar una fusión en clave autonómica, Caixa Ontinyent, la entidad de referencia de La Vall d'Albaida, de 125 años de historia, es una pieza de escasa densidad. Con una cincuentena de oficinas, 250 trabajadores y unos beneficios antes de impuestos en el tercer trimestre de 2009 de 5,1 millones de euros, la caja está lejos del peso específico de CAM y Bancaja. Por ello, y por tratarse de una entidad saneada y con una considerable obra social, la fusión se contempla con recelo en la comarca.

"Caixa Ontinyent no es de las entidades que está en problemas y nosotros seríamos partidarios de mantenerla", razona Rafael Pla, presidente de la Confederación Empresarial de La Vall d'Albaida (Coeval). Si bien la patronal provincial a la que pertenecen se muestra favorable a las fusiones, Pla reconoce tener serias dudas. "La caja nos da proximidad y obra social y para los sectores industriales de la zona la financiación es clave. Si tienes el médico al lado llegas antes a él y la relación es más directa. Y si una empresa es pequeña pero rentable no necesariamente ha de fusionarse", añade, antes de avanzar que en unos días se convocará una asamblea de Coeval para tratar esta cuestión. José Pla, catedrático de Economía de la Universitat de València, excluido del consejo de administración de la caja por la negativa del PP a pactar con el PSPV-PSOE, aduce que al Consell "le interesa políticamente tener un gran grupo financiero valenciano, pero desde el punto de vista empresarial Caixa Ontinyent aporta poco". "Si la caja no fuera sólida se podría pensar, pero en los ratios de eficiencia es una de las más solventes y no tiene el lastre de las inversiones inmoviliarias. Genera beneficios, empleo e ideas y la comarca está suficientemente fastidiada para ir perdiendo centros de decisión". Desde el sindicato CC OO, la secretaria comarcal, Manuela Pascual, incide en que una posible fusión "tendría el impacto negativo del empleo. Calculamos que podrían verse afectados un centenar de puestos de trabajo. No creemos que sea momento de plantear fusiones".

Desde el PSPV-PSOE, el portavoz en Ontinyent, Jorge Rodríguez, abunda en los beneficios de la obra social y los costes laborales y recuerda que en los 90 la entidad ya rechazó las presiones de la administración de Joan Lerma de integrarse en Bancaja. "Es el momento de que la alcaldesa de Ontinyent, Lina Insa, demuestre que defiende los intereses de aquí y no del PP". Insa, sin embargo, eludió hacer ningún comentario.