La llave del origen del flamenco

"El flamenco tiene mucha más influencia de la cultura negra de lo que nos imaginamos. Es algo que siempre se ha silenciado pero ha sido importantísimo y es lo que más nos ha sorprendido de nuestros estudios", asegura el profesor, compositor y musicólogo David Hurtado. Ésta es una de las conclusiones que desvela su libro La llave de la música flamenca, presentado ayer en el barrio de Triana (Sevilla).

La publicación, de Signatura Ediciones de Andalucía, se ha gestado durante cinco años y está escrita por David Hurtado Torres y su hermano Antonio, ambos sobrinos nietos de Juan Valderrama, que han buscado los orígenes del flamenco hasta el siglo XVI y han rescatado cantes "nunca antes oídos en el XXI".

El estudio incluye un disco con piezas escritas entre los siglos XVII y XIX

Dos prólogos acompañan los estudios de los hermanos Hurtado; uno del compositor Tomás Marco y otro del cantaor Antonio Fernández Díaz, Fosforito. Marco destacó durante la presentación que el libro es un punto de partida para el estudio del flamenco. "Su metodología científica está a la altura de la musicología alemana sobre Johann Sebastian Bach", comparó. "El flamenco se puede estudiar ahora de otra manera".

En el libro, que comienza en la música preflamenca (siglo XVI), se cuestiona todo lo antes escrito sobre los orígenes de esta música. Desde que sea un canto bizantino, como acuñó Manuel de Falla, hasta su relación con lo árabe. Antonio recordó que el término "flamenco" no se generalizó hasta después de 1881, en época de Antonio Machado y Álvarez, padre de los poetas, y avaló su tesis con una carta manuscrita del cantaor Silverio Franconetti en la que se denominaba "cantes populares andaluces".

"El estudio será polémico para el que vea el flamenco como una música que nace en una fragua o un campo", dice Antonio.

El libro viene acompañado por un disco que, estructurado cronológicamente, reproduce manuscritos inéditos. Los hermanos al teclado (clavicémbalo y fortepiano) acompañan a las guitarras y el violín barroco, voces y percusión para interpretar las diez piezas seleccionadas. Una de las más antiguas es una zarabanda de Gaspar Sanz de 1676. "Y tenemos la primicia de reproducir la Caña protoflamenca que el escritor Serafín Estébanez describe en sus Escenas andaluzas, de 1847", aseguró Antonio.

Reynaldo Fernández Manzano, director del Centro Documental de Música de Andalucía, alabó el libro y predijo que iba a ser un referente de la investigación. "La tarea que se ha realizado es como intentar descifrar el genoma del flamenco", dijo. "Los estudios se remontan al mundo griego, a la escala pitagórica, a la estructura rítmica. Aunque se centra en la etapa barroca, que ha tenido incidencia en la contemporaneidad. Es una obra de total actualidad".

El delegado provincial de Cultura en Sevilla, Bernardo Bueno, afirmó que esta publicación daba respuesta "a la eterna pregunta ¿de dónde viene el flamenco?". Y la diputada de Cultura en Sevilla, Guillermina Navarro, añadió que este tipo de estudios facilitan que el flamenco se considere Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Los hermanos ya publicaron El arte de la escritura musical flamenca, en el que transcribieron al pentagrama ocho cantes. "La llave de este último libro abre una puerta a las nuevas investigaciones del flamenco. Está todo por hacer", concluyó David.