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AL CIERRE
Columna
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Sinera

Algunas consideraciones menores sobre el referéndum de Arenys.

1) Convocar referendos sobre independentismo es negocio. El domingo Arenys estaba de bote en bote. Al decir de las crónicas, los supermercados no daban abasto y había colas para hacerse con una llesca de pan con tomate con butifarra y seques, a 13 euros la ración. El alcalde, Carles Móra, ha demostrado ser un genio en uno de los cometidos principales del cargo para el que fue elegido: poner al municipio en el mapa positivo de las iniciativas y el civismo. Además, ha contado con la inestimable colaboración de la Justicia, que prohibió realizar la consulta en el Ayuntamiento y autorizó la manifestación de una cincuentena de fachas al viejo estilo, camisa azul, aguilucho y brazo en alto con el Cara al sol estallando en el pecho. Contratar comprimarios tan buenos sale carísimo. El señor Móra los ha tenido gratis. Chapeau!

2) Sinceramente, si la próxima Fira de Santa Llúcia no saca partido de esta movida es que el país ha perdido por completo el olfato comercial, otrora boyante. El votante independentista y el facha a lo Kim forman una pareja tan buena como Don Camillo y Peppone, Joan Pera y Paco Morán o Lluquet y Rovelló.

3) Habrá que crear una coordinadora de referendos independentistas para la apertura de sucursales, encargada además de saldar los derechos de copyright al señor Móra (las ideas hay que pagarlas). Por cierto, la coordinadora debería fichar a quien tuvo la idea de contratar a Falange, un talento en materia de comparsería.

4) Una consideración no menor, para acabar, sobre la que imagino se pronunciarán en los próximos días las mentes adecuadas. Ya no caben dudas sobre el dilema histórico de si Convergència es independentista o no. Cuando el partido pone a dar la cara a Àngel Colom es que ha despejado la incógnita de la ecuación. En tiempos de Pujol, considerablemente más florentinos que los actuales, en bretes así siempre mediaba una crida, la que lideraba Àngel Colom justamente, para descomprimir o tensar la negociación con el Gobierno. Esa baraja está rota hoy en día.

5) "Quina petita pàtria / encercla el cementiri!" (Salvador Espriu, Cementiri de Sinera).

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