El ideario de La Ribot
La Ribot (María J. Ribot, Madrid, 1966) estrenó el último fin de semana de agosto Llámame mariachi en La Comèdie de Ginebra, coproducción con el Festival de Otoño de París que se verá este 24 de septiembre en Bruselas y en noviembre en el Centro Pompidou de París y otras plazas europeas. Llámame mariachi, dirigido y coreografiado por La Ribot, es un trío para tres mujeres. A propuesta de Babelia, la polifacética artista que ha creado un estilo particular y distintivo a partir de sus solos, discurre sobre temas cercanos a su estética y sus procesos creativos.
1 Del solo propio al trío de mujeres. "O al dúo con Mathilde Monnier o al dúo próximo con Anna Williams. No son ideas preconcebidas, son cosas que surgen porque encuentro continuidad con ciertas personas y para mí es importante entender el trabajo como un proceso continuo, fragmentado temporal y espacialmente por la economía del espectáculo, del arte; o por las muchas otras razones que fragmentan la vida y el trabajo, pero donde doy mucha importancia a la continuidad. He encontrado a estas mujeres: Marie Caroline Hominal y Delphine Rosay en Ginebra, Anna Williams en Londres y Mathilde Monnier en Francia. No cultivo el soliloquio per se. Empezó también así con las Piezas distinguidas, con el striptease, y lo cultivé en su momento, también era necesario para mí y además estábamos en un momento político y económico del Madrid de los noventa muy concreto..., pero no tiene por qué continuar siendo así. Hominal y Rosay son dos intérpretes que me siguen divertidamente en casi todos los sentidos, complejos y caprichos, de la creación. No es fácil, pero casi me siento como si estuviera sola. Hay mucho entusiasmo y mucho respeto en este trabajo. En Laughinh Hole ya estoy con ellas, aunque lo hice antes sola y lo presenté en solitario por primera vez en Art unlimited Basel, un proyecto con Soledad Lorenzo; la versión con ellas es mucho más rica y además ¡tenemos las mismas batitas que en Carita de ángel [una creación de La Ribot de 1988], donde también éramos tres mujeres. Lo reciclo todo, es una forma de trabajar con la memoria, y una realidad permanente. Trabajar con mujeres en escena tiene algo de político, es una forma de feminismo sin militancia. No milito en nada, porque no sé cómo se hace (me desconcentro en el camino), pero hay simpáticas estrategias que me permiten imaginar y hablan por sí solas".
2 El destino de las
Piezas distinguidas.
"Sigo con las piezas distinguidas. Tengo proyecto de hacer una nueva serie para Anna Williams y para mí, alternándonos, una pieza para ella, una para mí y así una serie larga, para 2010-2011, y será para la gran escena, entendiéndola en toda su dimensión masiva y política, pero está aún en una fase de proyecto sin concretar. Estoy esperando a después del estreno de Llámame mariachi para empezar a concretar este proyecto que me chifla. Las tres series de las 34 Piezas... pienso ahora que quedarán así, grabadas en ese montage-panoramix-filmico (que se parece mucho al Panoramix) para algunos y para otros en sus retinas, corazones, memoria..., es la condición fundamental del acto vivo, la memoria, y la 'irreproductibilidad', la experiencia".
3 Definitivamente, la escena o la galería.
Escenario convencional o espacio alternativo. "Poco hay de definitivo. Consigo hacer lo que puedo, con lo que tengo, y acercarme al máximo a lo que me interesa. No siempre es posible, no siempre encajan mis ideas o necesidades con las de los otros (espacios). Los espacios de convocatoria al público, a una comunidad reunida (es lo que más me interesa, pues me interesa la presencia y lo vivo, y por eso no pinto un cuadro), la escena, la galería, el teatro, los lugares alternativos, son opciones con sus requisitos económicos, sociales y políticos algo diferentes o muy diferentes y por supuesto (y desgraciadamente a veces) demasiado separados disciplinariamente. Sin por esto querer o pretender ser interdisciplinar. Pretendo hacer un trabajo autónomo, autóctono como si yo fuera un territorio fértil, y libre, como si estuviera presa, llena de códigos, formatos, marcos y reglas que cumplir. Sólo me interesa el ejercicio de la libertad y la práctica del humor. Me parece que el trabajo y la vida se complican en vez de simplificarse, y estas prácticas son fundamentales, y moverme de un espacio a otro me enriquece, nunca pierdo, de vez en cuando sí me despisto, pierdo el tiempo de cavar y me quedo en la superficie, pero forma parte del trabajo. Con Mathilde Monnier nos vamos a la escena convencional, y yo aprendo a colaborar, a compartir y me pongo en forma. Cuando trabajo para una galería encuentro otras cuestiones, otras personas, otra mirada. Ahora con Llámame mariachi intento probar un sistema, una mirada, un lenguaje. Me renuevo en el movimiento. Algunas piezas mías han pasado por todo tipo de espacios, e incluso van de uno a otro casi sin cambiar; otras son más site specific, otras se adaptan a nuevos contextos o lugares".
4 La textura de lo cotidiano no se agota temáticamente pero necesita una reflexión. "Sí, posiblemente lo histórico, el documental, la realidad y lo onírico apetezcan más ahora, pero muchas de las cosas que me han interesado entran en esa textura cotidiana. Y me siguen interesando; es casi inevitable desde los dadaístas, la pintura flamenca con sus escenas domésticas, los sesenta en general, que son mi infancia, Pina Bausch y su magnificencia genial respecto a lo cotidiano, Cage, Filliou, tantas cosas. Pienso que ya en Gustavia hay una reflexión al respecto y en Llámame mariachi más libertad, pero caigo en el defecto de que lo insólito lo convierto en doméstico y accesible para poderlo manipular a mi antojo".
5 Partes de ser una bailarina en toda regla, desde la formación a la desintegración del código en tu propio lenguaje. "Haciendo Gustavia con Mathilde he comprendido mejor mi bagaje de bailarina, de intérprete. Siempre he puesto en mi currículo 'coreógrafa'. La forma de atacar el trabajo, la forma de trabajarlo, la forma de mantenerlo, pertenece en muchas cosas a la cultura del bailarín. Mi interés por las artes visuales y la capacidad de poder trabajar en vídeo, o con el live art ingles, de mi época inglesa, son cosas que suman y no sustituyen. Las disciplinas son fronteras económicas y académicas, no tanto artísticas. Empecé por la danza pues de todas las artes era la que necesitaba una cierta juventud, pero no tiene por qué ser el fin. Es el principio y la base, el punto de partida, mi interés más natural. El arte escénico y el arte visual tienen que ver con la percepción y la mirada, es una forma de pensar el espacio, medir el suelo, observar los objetos (sillas, edificios, ciudades) y su movimiento, relacionar ideas y si no se entiende esto, chocas con todo ello. Luego la cuestión política, disciplinar, social, sería cómo se plantea esta mirada, desde dónde, hacia qué, para ser pertinente con el pasado, con la actualidad, con lo que te rodea. Yo no creo que el arte pueda hacer política, para eso hay que dedicarse a la política, pero sí puede cuestionar y retomar el contexto en el que vive. Me parece importante desarrollar una mirada personal, un lenguaje que se impone ante el código. Me tiembla el corazón cuando entro en un teatro, y si está vacío, aún más, pues está lleno de relatos, de música, 'esperando'. Pero en una galería, en un lugar de exposición la disposición mental es maravillosa, el espacio vacío y pequeño comparado al edificio teatral invita a todo sueño e ideas y entonces me tiemblan las piernas. Me interesa el poder que ejerce la escena, y la posibilidad de convocatoria de un gran grupo. Me parece más interesante hablar a un grupo de 300 personas que a uno de 30, me interesa el conflicto del tiempo que pasa, del tiempo que no se vuelve objeto jamás. Pero el espacio de libertad que ofrece el arte contemporáneo no se puede comparar con el escénico que está lleno de códigos, mitos y relatos".
6 El estilo. Una bailarina, un estilo. El arte de distinguirse ¿fórmula de éxito o proceso que no termina? "Dentro de esta indisciplinada, heterogénea y poco jerárquica mente mía, las Piezas distinguidas encajaron muy bien y encajan todavía. Es un sistema sin lógica aparente, sin jerarquías, y que no responde a una sistematización, y extrañamente permite el capricho. Para mí es como una 'cultura' que cultivo con mucho cuidado y que me mantiene el pensamiento vivo, algo que aplico a muchos otros proyectos y cosas de la vida. Ahora con Llámame mariachi, estoy poniendo a prueba este pensamiento 'largo', y esta vez con dos intérpretes, es decir, a trío, y lleno de complejidad, pues no responde a lógicas establecidas, no hay aparente orden, no hay jerarquías, y por su puesto no es lineal". -
Llámame Mariachi se representará el próximo día 24 en Bruselas (Les Halles de Schaerbeek); del 11 al 14 de noviembre en el Centro Pompidou de París, y del 20 al 23 de enero de 2010 en Lausana (Arsenic). www.laribot.com/
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