El espíritu de San Simón
Las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica asumen el cambio político en la Xunta
Una treintena de representantes de asociaciones para la recuperación de la memoria histórica procedentes de toda Galicia se reunieron ayer en la isla de San Simón para debatir las posibles consecuencias que el cambio de gobierno en la Xunta comportará en su trabajo. Y la primera evidencia se hizo patente en la misma convocatoria del acto: ningún cargo público se asomó ayer por el conjunto insular de la ría de Vigo y mucho menos hubo intervención gubernamental en la logística, publicidad y difusión del evento.
En estas fechas, como viene siendo habitual desde la declaración de 2006 como Ano da memoria por el bipartito, se rinde homenaje a los represaliados de la Guerra Civil y el franquismo en la isla de San Simón, uno de los lugares señalados por la historia como campo de concentración de la época. La organización de la efemérides, hasta la pasada edición, corría por cuenta de la Consellería de Cultura, entonces dirigida por la nacionalista Ánxela Bugallo, que además dotaba al acontecimiento de una nutrida representación institucional. Ayer no hubo nada de aquello.
En lugar del catamarán que en años anteriores cubría varios trayectos hasta la isla para trasladar a público, autoridades y participantes, esta vez fueron los miembros de las asociaciones quienes tuvieron que fletarse ellos mismos una pequeña lancha que los transportó, de seis en seis, desde el puerto redondelano de Cesantes hasta San Simón. Cuando consiguieron agruparse de nuevo, puesto que los últimos arribaron una hora después de la llegada de los primeros en subirse a la embarcación, los reunidos empezaron a desglosar un orden del día cuyo primer punto abordaba la situación social e institucional de la recuperación de la memoria. "Ante la previsible falta de colaboración del gobierno de la Xunta, que es de todos, nuestro trabajo será más difícil y más costoso, pero lo seguiremos haciendo igual que antes de la llegada del bipartito: sin recursos y sin impacto", afirma con resignación Lola Varela, miembro de la asociación Verbo Xido, de Terra de Montes.
El cierre del portal web anodamemoria.com y la interrupción de las reuniones del constituido Consello da Memoria, órgano consultivo de la Consellería de Cultura, también hace temer a los colectivos por la cancelación de las líneas de subvenciones establecidas por el anterior Gobierno autonómico para la organización de actividades de investigación, difusión y homenaje a las víctimas de la represión después de 1936.
"El hecho de que este año aún no se hayan convocado nos hace pensar que la Administración va a pasar de todo, cuando hay proyectos, como los de exhumación de fosas, que contaban con apoyo económico y que siguen necesitando la intervención de oficio de las instituciones públicas", explica Xoán Carlos Garrido, de la asociación pontevedresa Siñor Afranio. La conclusión general es "seguir adelante defendiendo lo que ya hay hecho y reclamando lo mucho que queda por hacer; por ejemplo, para conseguir el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y sus mejoras futuras".
"Por lo menos se perdió el miedo y la vergüenza, con eso ya anduvimos mucho camino", indica el secretario de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña, Francisco Souto. Los coruñeses, al igual que los demás colectivos, anuncian voluntad para mantener sus iniciativas sociales, como es en su caso el registro de los enterrados en las fosas comunes, ya desaparecidas, del cementerio de San Amaro.
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