Dos tardes con Claudia Llosa

Si es verdad eso de que en Madrid a las cinco o te dan una conferencia o la estás dando, el miércoles es buen momento para ver y oír a Claudia Llosa y su obra. Eso sí, a las seis, una hora más tarde. La directora peruana confirma que existe la autoría cuando sólo se ha filmado dos películas.

Un cariño inmenso a sus raíces, una valentía extrema a la hora de hablar de las mujeres y de sus problemas diarios y una cierta tendencia a apuntar detalles oníricos, mientras exprime el talento de su actriz fetiche, Magaly Solier: así son los ases con los que triunfa una creadora a la que la Academia del Cine (Zurbano, 3) dedica dos tardes. En la primera (martes 12, 18.00) proyecta Madeinusa (2006) en la que juega a mostrar qué entendemos por pecado, a través de la tradición de un pueblo perdido de la cordillera del Perú en el que a partir del Viernes Santo a las tres de la tarde hasta el Domingo de Resurrección sus habitantes pueden hacer lo que le venga en gana porque Dios muerto no les ve. En la segunda (miércoles 13, 18.00) se verá -con la presencia de Llosa- La teta asustada (2009), último Oso de Oro del Festival de Berlín -ahí queda eso-, que describe la enfermedad homónima que se transmite por la leche materna de las mujeres que fueron maltratadas durante la guerra del terrorismo.