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Reportaje:Vuelta de los cuartos de la Liga de Campeones

La ansiedad de Rossi

Obsesionado por el gol, el italiano reconoce que a veces peca de individualista

El egoísmo y la obsesión forman parte del carácter y el gen competitivo y ganador que distingue a los grandes delanteros. El gol les ciega, es su razón de ser. Giuseppe Rossi (Nueva Jersey, Estados Unidos; 1987), el estilete del Villarreal, está ansioso. No es un goleador al uso ni un depredador del área. Sin embargo, sus ojos están puestos siempre en la portería contraria. Casi dos meses han pasado desde que anotó su último tanto. Fue ante el Sporting en El Madrigal. Suma 12 goles en 23 partidos de Liga y tres en la Liga de Campeones en siete participaciones. En los últimos encuentros se le nota tenso y confuso en la toma de decisiones. "Es normal. Todos los delanteros queremos marcar goles y a veces lo intentamos demasiado, sin mirar otras opciones", confiesa.

"Todos los delanteros queremos marcar y a veces no miramos otras opciones"
Pellegrini recuerda que en su día mandó a Forlán al banquillo por su obcecación
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Contra el pesimismo

Sin Senna ni Cazorla, las posibilidades de que el Villarreal se clasifique hoy para las semifinales de la máxima competición europea a nivel de clubes, pasan por que el delantero italo-americano, que, paradójicamente, ha adquirido en los últimos tiempos protagonismo en la selección azzurra (la prensa italiana aboga por su titularidad), no se ofusque delante de la portería del Arsenal. "Solamente hay que marcar un gol más que ellos en los 90 minutos de juego. Tenemos las mismas posibilidades. Será un encuentro muy bonito y difícil. Venimos a disfrutar, a jugar un partido que cualquier jugador del mundo querría disputar", explica Rossi, con simpleza, en el vestíbulo del céntrico hotel de Londres en el que se aloja el conjunto castellonense después de la charla técnica y la sesión de vídeo que Manuel Pellegrini, el técnico, ha expuesto a sus jugadores.

Los delanteros son una especie singular. Las sensaciones cuentan; el estado de ánimo, la suerte, la tranquilidad... Todo suma, todo influye. "Si no marcas, no te encuentras bien. Para un delantero, lo único que importa es el gol. Da igual que corras mucho o poco, que juegues bien o mal. Sólo se nos juzga por el gol. Ayer leí que si Raúl ha estado 43 días sin marcar un gol y... Es increíble. Sólo se valora a un delantero por los goles que mete", argumenta Nihat, que se suma a la conversación con Rossi.

El delantero turco sabe bien de lo que habla. Lastrado por las lesiones, no ha conseguido marcar, ni en la Liga ni en la Champions, en lo que va de curso. Los 18 goles que logró en la anterior temporada ayudaron mucho al subcampeonato liguero del Villarreal. "Quiero un gol cuanto antes. Si marcase mañana [por hoy], sería la leche. Me daría mucha confianza después de un año difícil", expone un preocupado Nihat, otro obseso del gol al que la falta de acierto le está restando minutos y protagonismo igual que está mermando también las posibilidades de éxito del equipo amarillo, cuyos delanteros no se muestran prolíficos. Joseba Llorente se ha estancado en los siete goles en la Liga y los cuatro en la Champions.

En la pasada jornada de Liga fue Rossi, con siete tiros a puerta, el jugador que más veces intentó perforar la meta del Málaga. Su insistencia resultó inútil. "Es lo que pasa con los delanteros. A veces, sin querer, con sólo tocarla, la pelota va dentro. Otras, en cambio, cuesta mucho por más y más que lo intentes", resume con meridiana obviedad Il Bambino.

Los delanteros pecan en demasiadas ocasiones de ser poco solidarios con sus compañeros. No ven más allá de los tres palos. "No se dan cuenta de que el gol llega a través del colectivo, no de la individualidad", explica Pellegrini, que pone como ejemplo a Forlán. El ahora jugador del Atlético, cuatro temporadas atrás, militando en el Villarreal, se quedó varios partidos sin marcar, fallando lo indecible, por su obcecación en querer llevarse los honores del gol en su lucha por arrebatar el Trofeo Pichichi a Eto'o. El técnico chileno le mandó un recado dejándole en el banquillo en un par de ocasiones. Forlán se espabiló y, en un final de temporada espectacular, conquistó, con 25 goles, la Bota de Oro, igualado con Henry, por entonces en el Arsenal.

Según Rossi, es lógico que los delanteros sean egocéntricos. "Siempre hay que intentarlo. Si no chutas, no metes goles", razona para después matizar: "Es cierto que, en ocasiones, tomamos decisiones equivocadas buscando la portería en vez de pasar el balón a un compañero mejor colocado. Lo importante es ser consciente de lo que uno hace, sabiendo que puedes incurrir en el error, pero que no tiene que pasar siempre".

El Villarreal espera que esta noche despierte la puntería de Rossi.

Rossi, en un  remate.
Rossi, en un remate.ÁNGEL SÁNCHEZ

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