Caja Madrid aparca la polémica electoral para aprobar las cuentas
El líder del PSM dice que gracias a su partido la entidad no ha sido intervenida
No hablar de lo que divide para poder seguir adelante. Es la filosofía del acuerdo que la comisión de control de Caja Madrid alcanzó ayer por unanimidad de sus 13 miembros. Entierran el hacha de guerra, sí, pero sólo de forma temporal. Hasta nueva orden.
La comisión de control de la entidad, inmersa en una guerra fratricida entre aguirristas y gallardonistas por el control, rompió el bloqueo al que las discrepancias de sus miembros le habían llevado los tres últimos meses. Todos acordaron no abordar en sus próximas reuniones el proceso electoral y desvincularse de la polémica suscitada por la adaptación a los estatutos de la entidad de la nueva Ley de Cajas impulsada por la presidenta regional, Esperanza Aguirre. La paz durará hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso presentado por el Gobierno central contra la ley con la que Aguirre trata de hacerse fuerte en la caja.
La comisión de control se pone en marcha tras tres meses de bloqueo
El órgano de control establece unas normas de funcionamiento especiales: mientras dure la suspensión del anterior presidente de la comisión, el sustituto será el vocal de mayor edad, Antonio Cámara. El más joven, Francisco Pérez, actuará como secretario. La caja tratará el próximo día 14 el informe de cuentas y otros asuntos ordinarios. Todos ellos deberán ser aprobados por unanimidad.
La asamblea de Caja Madrid está obligada a aprobar las cuentas del año pasado antes del 30 de julio; pero fuentes de la entidad prevén que, como muy tarde, la aprobación llegará a principios del próximo mayo.
Este nuevo espíritu de concordia no invadió al líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez. El secretario general del PSM insinuó antes de que se reuniera la comisión el peligro de intervención pública que había sufrido la entidad. "Menos mal que el PSOE y los sindicatos están a la altura. Si aquí la oposición fuese como la de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha, Caja Madrid sería sin duda intervenida por el Banco de España", dijo Gómez.
"Las intervenciones se hacen por motivos económicos. Y en ningún momento Caja Madrid ha corrido este peligro", le rebatió el concejal de la capital Juan Bravo.
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