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Análisis:Cosa de dos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Niños

Carlos Boyero

Veo en los informativos a un narco mexicano que confiesa haberse cargado con su propia mano a trescientas personas en el curso del tiempo y haber disuelto los cadáveres en sosa cáustica. Apelando a la lógica deduces ante tal cantidad de fiambres y el laborioso proceso para hacerlos desaparecer que este señor aparte de comer, dormir y atender a sus necesidades fisiológicas lo único que ha hecho en su existencia es matar con naturalidad. Por ello, resulta grotesco el comentario del informador de que el killer no dio ninguna señal de arrepentimiento o de culpa durante su confesión. Sería como pedir perdón por respirar.

Lo anterior resulta monstruoso pero imagino que los motivos de esos asesinatos eran económicos, por venganza, poder, ajustes de cuentas, estrictamente profesionales, salvajemente humanos. Lo que no puedes entender, solo sentir escalofríos y estupor, es que un fulano entre en una guardería con un cuchillo y perpetre una matanza de niños. A sangre fría, de cerca, sin motivos. Que la psiquiatría humanista deduzca que el cerebro del diablo estaba perturbado no puede ser una explicación científica ni un atenuante moral. Es el mal en estado puro, las tinieblas ancestrales, el horror sin fundamento.

Los veinticinco curas de Verona que se cebaron con la indefensión de 75 niños no pertenecen a la anterior especie. Se limitaron a seguir una eterna tradición de su entrañable gremio. Sólo se follaban a los niños, buscaban placer a costa de la humillación de los violados, pero no les degollaban. Imagino que la erección se la provocaban los cuerpos de esos críos, no su sangre derramada. Además, tampoco corrían el riesgo de que sus víctimas se pusieran a chillar ante el acoso de los ogros, ya que eran todos sordomudos, les resultaría muy arduo expresar sus sentimientos. En Estados Unidos, la pedofilia le salió por un pastón a la Santa Madre Iglesia. Con lo de Verona van a tener que subir la cuota de los fieles, o pedir más subvenciones estatales. Las indemnizaciones pueden ser un consuelo para las víctimas, pero a lo mejor se quedaban más a gusto castrando a sus violadores. Que pena. No se puede tener todo.

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