_
_
_
_
_

Un juez cierra un hotel y obliga a los empleados a seguir trabajando

Pasan las ocho horas de su jornada laboral mano sobre mano, atrincherados en la recepción de un hotel de cuatro estrellas cerrado al público por decisión judicial. Una docena de empleados del hotel Río do Pozo de Narón se ven obligados a acudir cada día a su puesto de trabajo en este novísimo establecimiento hostelero acuciado por las deudas y cuyo empresario, Amador de Castro, se acogió en junio del 2008 a la Ley Concursal para esquivar a los acreedores.

El juzgado mercantil de A Coruña decretó el pasado 30 de diciembre el cese de la actividad en la empresa. No resolvió, sin embargo, los contratos laborales que todavía vinculan a los empleados con la compañía. Por este motivo, explican los letrados, la plantilla se ve abocada a cumplir con las 40 horas semanales estipuladas para no perder derechos acumulados -paro, seguridad social e indemnizaciones derivadas- incumpliendo el acuerdo contractual. Denuncian que llevan más de cuatro meses sin cobrar.

De la treintena de trabajadores, algunos optaron por acogerse a la huelga indefinida convocada a principios de diciembre y otros solicitaron baja laboral. El resto acude cada día al hotel. Los sindicatos tildan la situación de "absurda" y culpan directamente a un empresario "que no da la cara" de dar al traste con la "gallina de los huevos de oro" con "su pésima gestión".

El hotel, inaugurado en 2005, está en el polígono de Río do Pozo y encadenaba la celebración de bodas y banquetes, señala una delegada de CC OO. La cafetería y una estación de servicio anexa, propiedad del mismo gestor, también echaron el cierre. La disolución de los contratos que vinculan a la plantilla del hotel depende ahora del juzgado coruñés.

A 40 kilómetros, en As Somozas, los empleados de Enviroil también cuentan las horas para agotar la jornada en esta empresa de reciclaje de aceites y soportan las bajas temperaturas en una planta desierta sin electricidad ni teléfono. El mismo empresario, que lidera el grupo Portvigo, les adeuda nóminas y atrasos desde diciembre.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_