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Reportaje:

Benalúa llora la tragedia de Gavà

La mayoría de las víctimas de la explosión emigró desde Granada

El municipio granadino de Benalúa (3.300 habitantes) vive desde el pasado miércoles sus peores jornadas. El luto se ha instalado en esta localidad del este de la provincia de Granada, de la que son oriundas la mayoría de las víctimas de la explosión de gas en Gavà (Barcelona). Los cinco fallecidos pertenecen a una misma familia que emigró, como muchas otras, hace varias décadas a Cataluña en busca de una vida mejor.

Ahora el barrio del Carambolo, donde se concentra la población gitana del municipio granadino, llora la muerte de sus familiares. Las calles, bulliciosas habitualmente, están solitarias y apenas el ladrido de algún perro rompe el silencio fuera de las viviendas. En su interior, y pegados al televisor para ver las noticias, pasan con angustia las horas los familiares que se han quedado en Benalúa.

Marina Santiago ha cuidado de sus hijos este triste puente. Junto a ella, su marido, dos de sus hermanas y sus sobrinos. "El resto de la familia ha ido a Barcelona", explica. El Ayuntamiento, que decretó tres días de luto oficial, puso a disposición de los vecinos un autobús que tenía previsto regresar anoche. Otros viajaron en coches particulares. El trayecto de vuelta se hizo con un "tremendo silencio", según relató el alcalde, Juan Hidalgo, que viajó con sus vecinos. "Están muy afectados por lo que dejan allí y por lo que esperan".

En las casas tampoco había el alboroto propio de otros días de fiesta. "Mi prima Fátima tenía 17 años. Ha muerto embarazada de dos meses, se había casado hace tres", lamenta Marina, que visitó a su familia recientemente. El edificio quedó en ruinas tras la deflagración. "Era mi prima, pero nos considerábamos hermanas". La quinta víctima mortal, también prima suya, viajaba mucho a su pueblo natal. En el accidente han muerto también su marido y su hijo de 20 años.

El contacto telefónico entre los vecinos de Benalúa y sus familiares en el hospital del Val d'Hebron ha sido constante estos días. Diez de las once familias afectadas por la explosión de Gavá tiene algún pariente en Benalúa. "Es una tragedia para todos", manifestaba Hidalgo. Junto al regidor viajaron diputadas provinciales de Granada que quisieron visitar a las víctimas y agradecer "el apoyo, esfuerzo y dedicación" de las autoridades catalanas con los heridos y las familias de los fallecidos.

"Sólo algunos niños han salido a jugar a la calle, a los mayores no se nos ve por el pueblo. Son días tristes, el que no tiene allí un primo, tiene a un sobrino o un tío. ¿Qué alegría vamos a tener?", se preguntaba Juan Bermúdez, familiar de otros accidentados. Las noticias son malas y la espera angustia si cabe más a los se han quedado a más de 800 kilómetros del lugar del suceso.

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Arremolinados junto a la chimenea los familiares esperan en vilo el regreso los que viajaron a Barcelona con la mirada puesta en el televisor y pocas esperanzas de escuchar buenas noticias. La tragedia ha alterado los planes de los vecinos. "La aceituna este año tendrá que esperar", explicaba Bermúdez, "hay muchos temporeros entre los familiares".

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