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Sandokán: "Mi vinculación con Roca es cero"

El empresario y constructor cordobés Rafael Gómez Sánchez, conocido como Sandokán, compareció ayer para decir que no tiene "ninguna vinculación con Roca", el cerebro del caso Malaya. Gómez también está implicado, por cohecho, en el mismo caso. Esta semana, la policía encontró 410 obras de arte en las instalaciones de Sandokán. Los investigadores creen que, tras esas pinturas, se encuentra la sombra de Juan Antonio Roca. La policía atribuye la propiedad de los cuadros a los empresarios Carlos Sánchez y Andrés Liétor. Ni Sánchez ni Liétor han abonado su fianza por responsabilidad civil, que asciende a 20 millones cada uno, por su implicación en el caso Malaya. "No sabíamos que esta gente tenía pendientes el pago de fianzas con la justicia", dijo ayer Gómez.

El empresario repitió la explicación que ha defendido estos días sobre la presencia de las obras de arte en sus instalaciones: Quería saldar la importante deuda que su empresa, Arenal 2000, todavía tiene con la Agencia Tributaria. La deuda -cuya cuantía no especificó- se venía pagando al ritmo de 1,5 millones al mes hasta que, en septiembre, su empresa se quedó sin liquidez. Al no poder pagar en metálico, Gómez planteó la posibilidad de pagar a través de obras de arte. Para lograr esas piezas, Sandokán las permutaría por inmuebles y propiedades. "Contactamos con una persona que estaba interesada en esta operación". Antes de adquirir las obras, fueron depositadas en el Parque Joyero para que fueran tasadas por técnicos del Ministerio de Cultura. Sólo estas últimas serían compradas por el constructor a cambio de bienes inmuebles. Según Gómez, él sólo es "una víctima del caso Malaya".

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