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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Aaron Katz, defensor incansable de los Rosenberg

Sostuvo siempre la inocencia de la pareja ejecutada en EE UU por espionaje

Aaron Katz, cuya perseverancia le llevó a defender durante más de cinco décadas la inocencia de Julius y Ethel Rosenberg, condenados a muerte por espionaje en 1953, falleció el pasado 28 de septiembre en Venice (Florida). Tenía 92 años y murió sin saber que, hace apenas un mes, Morton Sobell, quien también fue acusado de espionaje junto a los Rosenberg y pasó por ello 18 años en prisión, admitió haber sido un espía de la Unión Soviética junto a Julius Rosenberg. "Se habría enfadado mucho descubriendo que, después de 50 años defendiendo a los Rosenberg y a Morton, resulta que Morton admite ahora que eran culpables. Él realmente creía en la inocencia de Morton y también sostenía que Ethel había caído en una trampa", declaró la esposa de Katz tras su muerte.

Murió sin saber que el cómplice Morton Sobell se declaró culpable

Este broker neoyorquino, cuyo hermano luchó en la Brigada Lincoln durante la Guerra Civil española, se convirtió tras la ejecución de los Rosenberg en el principal defensor de su inocencia, encabezando durante 42 años el Comité Nacional para la Reapertura del Caso de los Rosenberg. Esta pareja de militantes comunistas se convirtió en el primer par de civiles que moría condenada a la silla eléctrica por espionaje en la historia de Estados Unidos.

A principios de los cincuenta, ambos fueron acusados de entregarle a la Unión Soviética información sobre la bomba atómica. Curiosamente, el hombre que les catapultó a la silla eléctrica fue David Greenglass, hermano de Ethel, quien sí espió para los rusos, pero consiguió salvarse de la condena a muerte implicando a su hermana y su marido.

El juicio arrancó en 1951 con toda la opinión pública contra ellos, pero poco a poco surgieron voces que cuestionaban la acusación y se crearon grupos civiles de defensa de los Rosenberg. La intelectualidad europea, de Paul Sartre a Pablo Picasso, se puso del lado de una pareja cuyo juicio -cargado de irregularidades- se convirtió en la más grave advertencia de lo que se avecinaba: el Gobierno de EE UU, embarcado en una fuerte campaña anticomunista, inauguraba con su condena a muerte la caza de brujas, la persecución masiva de militantes de izquierda que culminaría con la creación del Comité de Actividades Anti-Americanas del senador Joseph McCarthy.

Katz se unió al Comité para Garantizar la Justicia en el Caso Rosenberg y desde 1963 hasta 2005 estuvo al frente, evitando que cayera en el olvido la que hoy todos los historiadores coinciden en definir como una ejecución injusta. Katz organizó una protesta anual frente a los juzgados donde ejercía Irving Kaufman, el juez que les condenó, solicitando la reapertura del caso de los Rosenberg y del amigo de la pareja, Morton Sobell. "Gracias a Aaron, la lucha para exonerar a Ethel y Julius Rosenberg, al margen del crimen, por una condena a muerte injusta se ha mantenido viva internacionalmente", aseguró Leonard Lehrman, codirector del Comité Rosenberg.

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