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Estreno mundial de la primera ópera en gallego

La acera del Teatro Colón rebosaba expectación ante el estreno mundial de la primera opera en gallego. Las primeras notas, unos acordes en pianissimo, crearon un clima de misterio y tensión. Surgen dos figuras, las de Gloria y Labarta, que caminan fundidas en una, con el fondo de la obertura: un leit-motiv musical sobre el pasodoble La del manojo de rosas con aire de charanga: un reencuentro del autor con su pasado familiar. La música de Durán presenta los momentos de nostalgia, falsa esperanza y drama con oficio y madurez artística.

O arame es un drama vital e íntimo, retrato del fracaso. Gloria canta su renuncia a seguir la desesperada vida ambulante junto a un funambulista de medio pelo. Él sigue soñando un mañana, quiere convencerla, pero su vida en común acaba: cae del alambre en su último intento de éxito empapado en cerveza y ella se hunde en el mar. La desnuda escena resalta su soledad; la coreografía, acertada en diseño y ejecución, encarna sus afanes y fracasos.

Carmen Durán tiene un hermoso timbre de voz, con un brillante esmalte en los agudos y buena vocalización. Su expresión dramática logró el rendimiento artístico en un papel escrito a su medida. Javier Franco con voz redonda, potencia y proyección, desarrolló su parte sin problemas vocales. El Grupo Instrumental Siglo XX fue un buen soporte en las partes orquestales.

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