_
_
_
_
_
LA CALLE | Rutas
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El silencio de Montsor

En una de las mejores vistas panorámicas sobre la cuenca de La Pobla de Segur, ubicado sobre los riscos de conglomerados que separan las dos comarcas del Pallars (Jussà y Sobirà) se encuentra el pequeño pueblo de Montsor, deshabitado desde la década de 1970. La falta de comunicaciones y servicios mínimos, la crisis de la ganadería, la desaparición de la agricultura de subsistencia y la llamada constante de la modernidad hicieron que los vecinos se marcharan como un goteo sin freno. Hoy en día, las casas de Montsor son ruinas. Pese a estar deshabitado, el pequeño pueblo es visitado por los caminantes en una excursión de gran belleza, dura por el fuerte desnivel (670 metros) y larga por las cuatro horas y media que se emplean en el recorrido de 16 kilómetros.

Montsor no es el único atractivo del itinerario. El mismo camino de subida es de una gran importancia histórica. La ruta fue una de las vías de paso que conectaba el Pallars Jussà con el Sobirà mucho antes de que se abriera el paso estable por el congosto de Collegats en el siglo XVII. La bajada, en cambio, se realiza por un sendero que recorre una arista aérea de impresionantes vistas.

El inicio de la marcha se sitúa en el área de descanso del barranco de Montsor, lugar al que se accede con vehículo desde La Pobla de Segur en dirección a Gerri de la Sal y Sort, por la carretera C-13, justo a un kilómetro de La Pobla. Para ubicarse en el buen camino, hay que coger una pista a la izquierda de la carretera en dirección norte. La pista se bifurca de inmediato y hay que proseguir por el camino de la derecha que lleva a una vieja cantera. Sin entrar en la cantera, la pista gira a la derecha y pronto se convierte en un sendero que se adentra en el bosque.

Ya en la buena ruta, el caminante se encontrará con una señal llamada Arreposador, una zona de piedras que se eleva hacia otra zona llamada Marrades de Montsor. El sendero sigue hacia arriba y, al cabo de unas dos horas de marcha, se alcanza el Coll de Montsor, a 1.060 metros de altura. El pueblo de Montsor se divisa 150 metros más arriba situado sobre un gran bloque conglomerado como si de un castillo medieval se tratara. Un magnífico balcón, ideal para embobarse del silencio. El camino de regreso se hace por detrás del pueblo de Montsor.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_