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El nuevo Santa Mónica arrancará con arquitectura

El plan de Vicenç Altaió prevé integrar la estación de 'metro' de Drassanes

"El arte es el espacio donde se manifiesta lo híbrido. Por ello, lo más nuclear del proyecto es su voluntad de contaminación entre disciplinas. Impulsaremos la proyección exterior y las industrias culturales, colaboraremos con los eventos de la ciudad y apoyaremos el arte vinculado a la tecnología y el audiovisual en la línea marcada por las galerías con la feria Loop". Vicenç Altaió (Santa Perpètua, 1954) tiene claro lo que quiere hacer con el Centro de Arte Santa Mónica (CASM) y quiere explicarlo más allá de las polémicas que han rodeado su nombramiento. Alejados los temores de un cierre del CASM, Altaió insiste en que su proyecto "mantiene el arte como eje vertebrador, pero desde una aproximación multi e interdisciplinar", más allá de que siga denominándose centro de arte o que asuma otro nombre, como centro de cultura, pensamiento y comunicación.

Altaió insiste en que su proyecto mantiene el arte como eje

"Hablo de arte en el sentido más amplio del término", insiste el recién nombrado director. Por ello, el programa, que se conocerá en octubre, arrancará en marzo de 2009 con una exposición sobre la Arquitectura sin lugar, un tema que impulsa la reflexión ac erca de la utopía y su imaginación, las múltiples formas de construir la realidad y la renovación del hábitat. La exposición ocupará el claustro, que se destinará a las propuestas principales, mientras que el anillo del primer piso, un espacio que se recupera para la actividad expositiva donde se desplegarán actividades relacionadas, acogerá un proyecto de Martí Manen. Tras terminar la actual programación, en diciembre, empezarán las reformas que permitirán al centro ampliarse en su propia sede, al principio de La Rambla, aunque el Departamento de Cultura ponga en marcha el nuevo espacio que había ofrecido al anterior director del CASM, Ferran Barenblit. "Queremos que el propio edificio hable. Reactivaremos un neón de Vilajoana con la sonrisa del gato de Alicia de Lewis Carroll, que está colgado en la fachada, pero apagado. Respecto a la apertura hacia la ciudad, ya me he puesto en contacto con el Metro, para que la estación de Drassanes, al lado del centro, se convierta en una galería contemporánea". Altaió transformará el punto de información en un escaparate de los contenidos del centro; la actual recepción, en una Sala Capitular con una programación estable dedicada a las investigaciones historiográficas, y el restaurante en una Asamblea, que acogerá seminarios y otras actividades.

El nuevo director quiere tranquilizar a la comunidad artística sobre el papel del centro en relación con la creación más contemporánea, un papel que se definió como Kunsthalle, tomando el término alemán que se aplica a los centros de arte sin colección, basados en la producción y la proyección del arte emergente. "Kunsthalle sólo significa 'sala de arte'. Nosotros no queremos aportar un submodelo, sino un modelo nuevo", indica. Un modelo que dedicará toda la segunda planta al Laboratorio, es decir, a la producción y exposición de proyectos de artistas emergentes. La entidad KRTU, que Altaió dirige desde 1990 y que representa el embrión del proyecto que desarrollará en el CASM, se integrará en él.

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