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Las tiendas ya pueden abrir por la noche

Madrid se pone a la cabeza de la libertad de horario comercial

Rebeca Carranco

De lunes a sábado, usted podrá comprar a cualquier hora en cualquier tienda. Al menos es lo que, sobre el papel, permite la ley de liberalización de horarios comerciales aprobada ayer en la Asamblea y que entrará en vigor en unas semanas. Otra cosa será si el gran almacén cercano a su casa decide abrir de madrugada o si el chino de su barrio, hasta ahora obligado a cerrar a medianoche, se anima a permanecer abierto las 24 horas.

La decisión, sin embargo, fue recibida con un piropo a las puertas de la Cámara. "La traidora de los trabajadores". El halago se lo dedicaron ayer a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, casi 500 trabajadores por aprobar la ley. Y lo hicieron frente a la Asamblea, subidos a un escenario montado para la ocasión y a 32 grados centígrados. Querían hacer oír su voz en el último pleno de este curso político, no por ser el último, sino precisamente por esa ley que da libertad total de apertura a los comercios.

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Mientras, dentro se daba el sí definitivo a la ley con 59 votos, de los 67 diputados que tiene el PP en la Cámara, que le valieron la mayoría absoluta. La norma entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Bolétín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), lo que, probablemente se hará en las próximas semanas.

Dice el dicho que el que avisa no es traidor, y Aguirre ya viene advirtiendo desde el año pasado de su intención de liberalizar los horarios. Lo hizo en noviembre de 2007, cuando amplió el calendario comercial de aperturas hasta 22 domingos al año. Lo repitió en enero, cuando declaró la zona de Sol como área de gran afluencia turística, dotándola de libertad para abrir cualquier día de la semana. Y lo volvió a hacer en mayo, cuando anunció la libertad total de horarios, que acaba con las restricciones de 90 horas semanales y de no poder abrir desde medianoche hasta las siete de la mañana.

Ayer, en el pleno de la Asamblea, culminó su objetivo aprobando la Ley de Modernización del Comercio en la Comunidad de Madrid, con el único apoyo de su partido. Ahora Madrid es la comunidad "más liberal", en palabras de un portavoz del Gobierno regional.

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Desde la puesta en marcha de la ley se han sucedido las opiniones a favor y en contra. Los pequeños y medianos comerciantes aseguran que les va a costar la pérdida de 100.000 puestos de trabajo.Las grandes superficies han aplaudido la medida. Algunas, como Carrefour, se plantean abrir incluso de noche, aunque ayer no quisieron confirmarlo.

Con la ley que existía hasta ayer, no se podían mantener abierta las tiendas a partir de las doce de la noche. Ahora, algunos comercios, como los bazares de alimentación regentados por ciudadanos chinos, podrán aprovecharse de la libertad de horarios. La situación no cambia para los domingos en los que se puede abrir: seguirán siendo 22 al año, excepto en la zona de Sol.

El Gobierno regional asegura que la nueva ley creará nuevos empleos y mejorará la calidad de vida. Los sindicatos y la oposición aseguran que la ley es perniciosa para la conciliación de la vida familiar y laboral. "De la crisis se sale practicando políticas liberales", dijo Aguirre, desde el pleno, y la ley de comercios es una más de esas políticas que "reduce la inflación y favorece la creación de empleo", añadió unas horas antes de aprobarla, en respuesta a una pregunta de la portavoz de Izquierda Unida, Inés Sabanés, sobre la recesión económica.

En todas las preguntas dirigidas a la presidenta de la Comunidad salió a relucir el tema de los comercios, a pesar de no ser la cuestión a debate. Desde fuera de la Asamblea, una trabajadora de Caprabo se desgañitaba: "¡Invito a la presidenta a que se pase un mes trabajando con nosotras de cajeras y que viva con los 700 euros guarros que ganamos!". Dentro, volvía a intervenir Sabanés: "La liberalización de horarios comerciales hará imposible la conciliación a los 300.000 trabajadores del sector".

Aguirre respondía: "Hay muchas mujeres que quieren trabajar, cuidar de sus niños e ir de compras". Fuera, María José, de 34 años, que trabaja de vendedora en un Alcampo de Vallecas, aseguraba que si le amplían el horario, aunque sea una hora, tendrá que dejar de trabajar: "No puedo permitirme el lujo de no ver a mi hija". Es madre soltera y gana 800 euros al mes. Por un domingo trabajado le pagan 12 euros.

La portavoz socialista, Maru Menéndez, también aprovechó su pregunta a la presidenta para hablar sobre la conciliación laboral, que considera menoscabada por la apertura total de horarios. "Estamos mejor de lo que estábamos pero todavía queda mucho por hacer", respondió, escueta, Aguirre. Y Menéndez le replicó: "No estamos mejor. Las políticas de su Gobierno son contrarias a la conciliación. Las mujeres trabajadoras tienen que abandonar en un 42% el empleo a partir de los 32 años en la Comunidad. Un dato muy preocupante". Aguirre le pidió a Menéndez que se "despojara" de su "condición de sindicalista". "Usted ha sido elegida para defender los intereses de todos, también de los empresarios", añadió.

Mientras, en la calle, los trabajadores del sector del comercio, hostelería y turismo estaban a punto de empezar un acto de protesta, con la intervención de personas anónimas que se verán afectadas por la medida de Aguirre. Era la culminación de un día entero de reivindicaciones. A las once y media de la mañana, unas 250 personas se habían dado cita en Sol. El objetivo era caminar los cerca de siete kilómetros que hay desde allí hasta la Asamblea, pitando y protestando por la ley. Todos eran delegados sindicales. "Pero luego vendrán los que ahora están trabajando", aseguraba una de las protestantes.

Caminaron durante tres horas, soportando temperaturas de más de 30 grados, con una gorra como única protección. Dos motos de la policía les iban abriendo paso entre los coches. Aunque estaba previsto que llegaran a las cuatro y media, dos horas antes los protestantes ya estaban frente a la plaza. Se zamparon unos bocadillos, reposaron y a las cinco y media empezaron su acto, ahora sí, acompañados por trabajadores que ya habían salido de sus puestos.

A pesar de que la música de la plaza resonó toda la tarde en el edificio de la Asamblea, de los gritos de los casi 500 trabajadores y del apoyo de Inés Sabanés y de Maru Menéndez, que les dedicaron unas palabras desde el escenario, los pequeños comerciantes no pudieron hacer nada más. A las nueve de la noche y a mano alzada, "porque una diputada ha derramado agua en el sistema informático", según explicó la presidenta, se votó la ley. Cincuenta y nueve votos a favor y 49 en contra. Aguirre no estuvo presente en la votación.

Se cerró así una votación que da paso a una nueva forma de comercio en la Comunidad "más liberal": las jornadas de compra non stop.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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