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Reportaje:

El jefe de la generación del 87

Piqué, ahora en el Manchester, formó con Cesc y Messi un equipo imbatible en el Barça

Amador Bernabéu era directivo de la junta de Josep Lluís Nuñez en 1995. Un sábado por la mañana, apareció en el torneo social que anualmente organiza el Barcelona para seleccionar talentos. De la mano llevaba a un niño rubio y espigado que le llamaba padrinet. "Se llama Gerard", le dijo el abuelo Bernabéu a Albert Benaiges, actual codinador del fútbol base del Barça. "Ya me dirás", añadió. A las dos horas volvió a por el nieto. "Cuando le devolví al niño, le di las gracias por ser del Barça", le recuerda; "el chaval era una máquina".

A los ocho años, Gerard Piqué ya era alto, fuerte, divertido, listo, travieso "y un jugador excepcional", según la mayoría de los técnicos que colaboraban en el fútbol base azulgrana y que, con el tiempo, reunieron a una quinta excepcional, conocida desde entonces como la generación del 87.

"Jugábamos un 3-4-3, como el 'dream team", recuerda el central de la cantera azulgrana

"Jugábamos un 3-4-3, como el dream team", recueda Piqué, el central del Manchester United, con voz emocionada. "Planchería; Marc Valiente, yo en el centro y Chirivet en la izquierda", empieza a enumarar el zaguero. "En el medio campo jugaba Cesc de pivote, Marc Pedraza [hijo del exjugador azulgrana], Víctor Sánchez, Messi de media punta y Toni Calvo, Víctor Vázquez y Clausí en el taque", recita de memoria; "Chirivet creo que estaba jugando ahora en el Balaguer y Clausí diría que en el Valencia".

"Era el jefe", recuerda Messi en referencia a Piqué. "El amo", le reconocen sus ex compañeros, los que le trataron y soportaron en el vestuario, los mismos que se pusieron a su cobijo en todos los campos en los que apareció aquel insuperable equipo que se mantuvo invicto durante cuatro temporadas más o menos".

Habla Cesc: "Recuerdo un partido en el campo de la Damm en el que todos los jugadores rivales fueron a por Messi y Gerard Piqué tuvo que liarse a bofetadas para defenderlo. Le expulsaron". "¡Es que era muy pequeño y le daban unos viajes!" se justifica el central de la selección española sub-21. "Pero nunca ví a Messi quejarse. Se levantaba y a jugar", añade el mismo Piqué, que señala a Víctor Vázquez como el capataz. "Te digan lo que te digan, el listo de aquel equipo siempre fue Víctor", al que, por pillo, le llamaban el gitano. "Toni Calvo era su secretario", explican. Calvo acaba de ganar la Liga en Grecia y Vázquez es el último jugador que ha debutado con el primer equipo procedente de la cantera. "Víctor se picaba con Messi a ver quién metía más goles", recuerda Piqué, "y había dias en que sólo tocaban ellos la pelota". El hoy central del Manchester no ha olvidado todavía el primer día en que vio aparecer a Messi en el vestuario del Miniestadi: "¿Y éste juega con nosotros? Pero si parece mi hermano pequeño!", exclamó. "Creíamos que era mudo", recuerda Cesc al hablar de Messi. "Hasta que cogió la pelota y nos quitó las dudas", aclara Piqué.

Aquella generación del 87 está marcada a fuego en la memoria de la cantera del Barcelona por ser el único equipo Cadete B capaz de ganar la Liga al Espanyol A. "Ganábamos todas la Ligas, todas las Copas y todos los torneos que jugábamos. Era un festival", explica Benaiges, que trabajó con aquellos chavales durante dos años. Experto en el fútbol base, el coordinador de la cantera sólo encuentra un equipo comparable cuando rebusca en el baúl de sus experiencias: "La generación de Valdés, Reina, Navarro, Babangida, Arteta, Nano... Era un equipo fortísimo, pero mejor que la quinta del 87 es difícil decirlo. La quinta del 87 era una apisonadora".

Aquella quinta fue de las primeras que incorporó la play-station a los viajes. "Estábamos pilladísimos", reconoce Piqué mientras presume de no haber perdido jamás un partido en la videoconsola. Ni entonces ni ahora, durante las concentraciones con el Manchester.

"¡Miente! ¡Mentira!", exclaman a coro sus compañeros de quinta, que no olvidan el día en que Messi les humilló en un torneo juvenil en Italia: "Nos ganó a todos. Tan pronto tuvo la play, y fue de los últimos, nos destrozó". Piqué vuelve mañana al Camp Nou con el Manchester después de una temporada cedido en el Zaragoza.

Piqué, tras marcar un gol con el Manchester United.
Piqué, tras marcar un gol con el Manchester United.ASSOCIATED PRESS

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