Una victoria de campeonato

Sin excelencias, pero con la efectividad que le ha etiquetado durante toda la temporada, el Madrid está a un milímetro de su 31ª Liga. Venció en Santander (0-2, con goles de Raúl e Higuaín) y lo festejó, con motivos, como si ya fuera campeón, con vuelta al ruedo, regalo de camisetas a sus fieles y gran alboroto. Esta vez se contuvo el presidente, Ramón Calderón, cauto tras su romería del pasado curso en La Romareda. Al Madrid le bastan cinco puntos de los quince que restan por disputarse. Incluso puede ser campeón el próximo domingo a las 22.45. Si el Barça no gana el sábado en A Coruña y el Villarreal no hace lo mismo el domingo en Sevilla ante el Betis, el cuadro de Schuster, que recibe al Athletic (21.00, Canal +), se irá a La Cibeles si derrota al equipo vasco.

No ha sido el Madrid de fútbol cosmético que buscaba la institución tras la metalúrgica etapa de Fabio Capello. El Madrid de Schuster ha sido más atrevido, pero le ha faltado brillo porque no le sobran tenores en la caseta. El equipo se ha distinguido por su espíritu gremial, por una buena predisposición para el tajo y por unas cuantas individualidades que le han permitido remar en cabeza: unos días Casillas, otros Guti, algunas veces Robinho, en varias ocasiones Van Nistelrooy y muchas jornadas Raúl. Cuando el Madrid se ha nublado, su gran adversario, el Barça, se ha visto incapaz, sometido por el jolgorio de algunos futbolistas mimados y consentidos por la alta jerarquía azulgrana. Conquistada la segunda Liga consecutiva, Calderón y sus asesores deberán afrontar de nuevo el reto de enhebrar una plantilla más operística. A Schuster tampoco le valdrá ya reclamar tiempo para su proyecto. El técnico alemán, el más destemplado del club a lo largo de toda la campaña, no debe olvidar que en un equipo como el Madrid la exigencia es máxima. No vale sólo ganar. Esa es una cuestión lunar para otros, no para una institución con el museo repleto.

En San Mamés, el Athletic arrolló al Valencia (5-1) y Koeman selló su despido, previsto en las próximas horas. Ha ganado la Copa, sí; pero en Liga ha sumado cuatro victorias en 22 partidos y el Valencia está a dos puntos del descenso.