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Reportaje:BMW X6

El deportivo multiuso

Recoge el poderío mecánico de los mejores deportivos y se viste con la imagen imponente de los todoterrenos más aguerridos. Es el BMW X6, la última seducción de la marca alemana, un modelo de fusión que explora nuevos caminos para proponer una alternativa diferente e innovadora.

Este 4×4 de aspecto espectacular combina una silueta de cupé, un interior exquisito y toda la calidad mecánica de la casa, incluida una avanzada tracción 4×4 y suspensiones altas para poder circular por el campo. Busca conquistar a las familias activas con alto poder adquisitivo y a los clientes que valoran la versatilidad de uso de los 4×4, pero que no aceptan las líneas pesadas de sus voluminosas carrocerías. Como casi todo lo bueno, el nuevo X6 es caro y está sólo al alcance de las economías más desahogadas: sale a la venta a final de mayo con precios desde 63.400 euros (3.0d de 235 CV).

Un todoterreno con línea de cupé que impacta por su comportamiento e imagen. El X6 es la última propuesta de BMW, aporta un dinamismo y prestaciones en asfalto a la altura de los mejores turismos, y permite a la vez circular por caminos de tierra. Este familiar de espíritu innovador saldrá a la venta en España a finales de mayo.

Compite con el Porsche Cayenne y las versiones más potentes del resto de 4×4 de prestigio.

Un X5 más atlético

El X6 es la interpretación deportiva del X5, el todoterreno grande de BMW, y aunque comparten la misma base mecánica (chasis, motores...), estrena una carrocería más estilizada y otras soluciones que ayudan a mejorar su comportamiento en carretera, acercándolo al de los mejores turismos y aumentando el disfrute al volante. El cambio principal es la tracción 4×4, que recibe un diferencial activo en el eje trasero (DPC) que permite repartir la potencia entre las ruedas posteriores y potenciar tanto la agilidad como el aplomo.

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Mide 4,87 metros de largo, dos centímetros más que su hermano, pero es algo más bajo y presenta una silueta con las proporciones de los cupés. Por delante son muy parecidos, aunque el X6 añade unos faros más rasgados, parachoques con entradas de aire mayores y un parabrisas más tendido que afina su aerodinámica (CX: 0,33, frente a 0,35). En el lateral destaca el arco del techo, que empieza a caer por detrás de las plazas delanteras para fundirse casi de un trazo con el portón trasero. Y en la zaga resalta la altura del parachoques y el diseño de la luneta, que está muy inclinada.

El conjunto reinterpreta la elegancia y deportividad de BMW en una carrocería todoterreno que es unos 50 kilos más ligera que la del X5. El interior tiene cuatro plazas, como en los cupés, pero todas son amplias y cuenta además con un gran maletero que lo hace compatible con el uso familiar. Tanto la insonorización como el filtrado de las suspensiones ayudan a ofrecer un confort sobresaliente en cualquier trazado, ya sea en carretera o campo.

Cuatro motores turbo a la última

El X6 está disponible con cuatro motores, todos con turbo, inyección directa, cambio automático de seis marchas accionable desde el volante y el paquete de soluciones ecológicas Efficient Dynamics (recuperación de energía en las frenadas, etcétera), que reduce los consumos a cifras sorprendentes para su potencia y prestaciones. La versión básica en gasolina es el motor 3.0 biturbo de seis cilindros y 306 CV, que gasta 10,9 litros de media (63.600 euros). Y por encima se sitúa el nuevo 4.4 V8 biturbo de 407 CV, que sube a 12,5 litros (83.300). En turbodiésel están el 3.0d de 235 CV (63.400), y el 3.0d biturbo de 286 CV (66.400), que se conforman con sólo 8,2 y 8,3 litros de media.

Los precios son entre 3.500 y 4.500 euros superiores a los del X5 a igualdad de motor, pero el X6 incluye un equipo de serie superior. Aparte de venir de serie con seis airbags, ABS, ESP, sensor de presión de ruedas, climatizador, radio-CD con MP3 y otros accesorios, añade también sensores de lluvia, faros y aparcamiento (delante y atrás), cámara de ayuda al estacionamiento y la tracción 4×4 con diferencial trasero activo DPC.

El X6 introduce una nueva deportividad en el mundo de los todoterrenos. Su línea lo acerca a los cupés, y su eficaz conducción confirma unas aptitudes dinámicas brillantes.
El X6 introduce una nueva deportividad en el mundo de los todoterrenos. Su línea lo acerca a los cupés, y su eficaz conducción confirma unas aptitudes dinámicas brillantes.

CUATRO PLAZAS INDEPENDIENTES

LA CONFIGURACIÓN de cuatro plazas individuales distingue al X6 del X5. El nuevo modelo mantiene un diseño interior muy similar en el salpicadero y en las plazas delanteras, aunque estrena unos soportes mullidos a cada lado del cambio para apoyar las rodillas en las curvas. Un guiño a su dinamismo. En cambio, las plazas traseras son diferentes: dos butacas individuales separadas por una repisa que integra bandeja para objetos y posavasos. Ofrecen buena anchura y espacio para las piernas, y a pesar de la caída del techo atrás, hay altura suficiente para no tocar con la cabeza, al menos si se mide menos de 1,90 metros. El maletero también es generoso, tiene 570 litros y llega a 1.470 si se pliegan los respaldos traseros. Incluye un doble fondo muy práctico que aprovecha el espacio de la rueda de repuesto, eliminada al montar neumáticos antipinchazos Runflat. Pero la base de carga está muy alta y exige más esfuerzo para meter el equipaje.

Por lo demás, la calidad de materiales y acabados es sobresaliente y el X6 presenta un ambiente exquisito y acogedor que entra por los ojos.

COMPORTAMIENTO IMPECABLE

EL DISEÑO más estilizado de la carrocería ayuda a mejorar el dinamismo del X6 frente al X5, porque baja el centro de gravedad y reduce las inercias en curva. También contribuyen la mayor anchura de su eje posterior y el superior tamaño de las ruedas, aunque la gran primicia es el nuevo diferencial trasero activo DPC. La tracción 4×4 reparte el 40% de la potencia al eje delantero y el 60% al trasero, mientras que el DPC distribuye la fuerza entre las dos ruedas de atrás, lo que favorece la agilidad. Por ejemplo, si el coche amenaza con deslizar por delante, la tracción reduce el empuje de las ruedas anteriores y, a la vez, el DPC acelera más la rueda trasera exterior para corregir la trayectoria. El resultado es una agilidad, precisión y estabilidad sorprendentes, incluso en curvas muy cerradas, que aumentan la seguridad y no hacen sentir apenas las inercias de los 2.200 kilos de peso del X6.

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