Berlusconi logra su tercer mandato
El candidato del centro-izquierda, Walter Veltroni, admite de inmediato su derrota - El vencedor advierte a los italianos que les esperan "años muy difíciles"
Silvio Berlusconi (Milán, 1936) volverá a ser primer ministro. Por tercera vez desde 1994, un país deprimido y acuciado por la crisis le ofreció ayer en las urnas una mayoría absoluta, cómoda para gobernar. Los resultados superaron las previsiones y volcaron muy a la derecha el arco parlamentario. La coalición del Pueblo de la Libertad se impone, tanto en la Cámara como en el Senado, al Partido Democrático de Walter Veltroni, gracias sobre todo al avance de la extremista Liga Norte, que duplica el resultado de 2006 y supera los tres millones de votos.
"Será una legislatura distinta a la de 2001", declaró anoche Berlusconi en televisión desde su villa milanesa. "Daré menos espacio al teatrito de la política y de las televisiones. Aplicaré una política exterior diferente; no haré conferencias de prensa y no leeré los periódicos que obviamente tomarán posición contra mí. Quiero esforzarme y ser el estadista que cambie el país".
La participación fue del 80,4%, sólo tres puntos menos que en 2006. La abstención creció apreciablemente en el sur del país y eso ayudó a que Veltroni no pudiera coronar su remontada. El ex alcalde de Roma, de 52 años, logra para su recién nacido Partido Democrático un apoyo que ronda el 38%. Una derrota digna, que apenas servirá para contemplar de cerca cinco largos años de mandato de Berlusconi y que se lleva por delante a la izquierda radical: con un minúsculo 3%, la alianza de postcomunistas y verdes no logra representación parlamentaria. Por primera vez, el comunismo no tendrá voz en el Parlamento italiano. Tampoco los socialistas del PSI. Los líderes de ambos dimitieron ayer de manera fulminante.
Veltroni compareció a las 20.15 con gesto sereno para aceptar la derrota con deportividad. Dijo que había llamado a Berlusconi para felicitarle y desearle buon lavoro, y ofreció colaboración para acometer la reforma de las instituciones y la Ley electoral. "La derecha gobernará con un resultado claro", resumió Veltroni. El triunfo, añadió, se basa en el "gran éxito" de la Liga, lo que significará un "reequilibrio de las fuerzas del PDL".
Berlusconi también prometió "una actitud de diálogo" para elaborar las reformas, y anunció que formará su Gobierno rápidamente: "Ya lo tengo todo en la cabeza, y los aliados están de acuerdo". El Gabinete, el número 62 en 63 años, tendrá 12 miembros con cuatro mujeres. Berlusconi anticipó que el líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, será presidente de la Cámara, y Franco Frattini, actual comisario europeo de Justicia, ministro de Exteriores.
El magnate milanés mostró su cara más institucional, y pareció consciente de las complicaciones que le esperan: "Serán años muy difíciles pero decisivos", vaticinó, para enumerar como problemas más urgentes "las basuras, la vivienda, las ayudas a las familias, Alitalia, renovar las infraestructuras y tomar medidas fiscales".
Los resultados globales en el Senado, con casi el 95% de los votos escrutados, dan a la coalición del Pueblo de la Libertad el 47,3% de los votos, y al PD un 38,17%. La centrista UDC de Casini, que llega al 5,5%, lograría entre dos y tres escaños, y otros tres quedarían por repartir. Lazio, la región que se consideraba decisiva para obtener una mayoría cómoda en el Senado, se inclinó del lado del PDL.
En la Cámara, el PDL obtiene el 46,7% para 340 asientos, mientras la formación de Veltroni, que se presentaba con Italia de los Valores, de Antonio Di Pietro, suma el 37,7% de apoyos y 241 asientos de los 630 totales.
A juicio del prestigioso politólogo Giovanni Sartori, se trata de un resultado poco sorprendente: "Veltroni ha hecho una campaña pésima y blanda, y lo ha pagado", comentó a este diario. A su juicio, no se trata de que el país haya optado por el bipartidismo, "sino por el bipolarismo, porque Veltroni tiene en su coalición a radicales y católicos de distintas tendencias, y Berlusconi se verá muy condicionado por la Liga".
"La razón fundamental de la victoria de Berlusconi es que es un político muy hábil y un actor muy bueno que controla los medios de comunicación", añade Sartori. "Lo sorprendente es que la izquierda le haya permitido seguir controlando los medios. En esas condiciones, ganaría incluso yo".
Berlusconi entró en política en 1994, con el mensaje del empresario hecho a sí mismo que llegaba para enriquecer a todos los italianos. Fue elegido ese mismo año, pero su Gobierno duró sólo ocho meses. Tras seis años de oposición, regresó en 2001 y gobernó durante cinco. Ahora, a los 71 años, con el país sumido en una complicada crisis, los italianos le han dado de nuevo todo el poder.
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