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Análisis:A la parrilla
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La sobrina de Rouco

Vicente Molina Foix

Lejos de cortarse la coleta, los conductores de Aquí hay tomate (Tele 5) mueren matando. El jueves el programa dio cancha a la sobrina de un político de actualidad, Rouco Varela, el líder de la ultraderecha talar. Y qué hachazos los de Magdalena Rouco al monseñor; este adalid de la familia cristiana unida no quiere saber nada de la suya, no se les pone al teléfono ni asistió al entierro de su propio hermano. Sosteniendo en la mano la urna con las cenizas de su padre, Magdalena dijo que era tal su resentimiento con el cardenal que le gustaría quitarse el apellido que la une a tan desnaturalizado pariente carnal. Por otro lado, Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde andan sobrados después de los cinco años de éxito, proclamando que la Generación Tomate no tiene nada que envidiar en la historia de España a la del 98 o la del 27. ¿Qué pensaría de esta comparación el escritor y académico Álvaro Pombo, que dominó con su presencia simpática El hormiguero? Ahora que el novelista se presenta al Senado por el nuevo y estimulante partido UPD, Pombo cumplió el papel de someterse a la dictadura del proletariado cómico situado delante y detrás de las cámaras de Cuatro: jugó con una gallina viva y con un pato mecánico, se dejó poner el sombrero que le asemejaba a Lincoln, y dijo en contra de Zapatero algo tan elegante que parecía un elogio: "Es un político demasiado gozoso". Que aprenda, también a insultar, el padre Rouco, tan mal tío.

Ayer viernes, Vázquez y Alcayde salieron de luto. El suspense estaba en saber si a las cuatro de la tarde se produciría el anunciado minuto de desconexión luctuosa en Tele 5. No hubo tal. Sólo unas cuantas arpías televisivas, hombres y mujeres, dieron el pésame en el plató, y nos quedamos sin saber si, como se insinuó el jueves, el programa acaba por las presiones de Aznar, el Rey o el periódico ABC, que fue ridiculizado. Creo que a este difunto no le lloraremos.

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