Un violador confiesa que abusó de 19 jóvenes
El acusado acepta 46 años y medio de cárcel
La sección primera de la Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo de los acusados a un hombre procesado por agredir sexualmente y abusar de 19 jóvenes, 13 de ellas menores de edad, en varios municipios de La Marina Alta y La Marina Baixa, entre los años 2004 y 2006. Un acuerdo entre las partes abortó la vista oral del caso. El procesado se confesó culpable de los hechos y aceptó una pena de 46 años y medio de prisión. El ministerio público rebajó en diez años su petición inicial de condena de 56 años y medio al apreciar el atenuante de alteración psíquica. Cumplía prisión preventiva desde marzo de 2006.
Los hechos se remontan a 2004, cuando el enjuiciado abusó sexualmente de una joven de 15 años en Altea. Días después, cometería la misma agresión contra otra mujer, en este caso mayor de edad, en la vecina localidad de Dénia.
Un año después y en el mismo municipio, según relata el escrito de acusación del fiscal, el encausado abusó de una niña de nueve años. Posteriormente, agredió a otra joven en El Verger. La chica afortunadamente logró burlar el asedio de su agresor y huyó tras un forcejeo. Posteriormente, el hombre se abalanzó sobre otra niña de 13 años en Dénia.
Días después, el condenado intentó desnudar a otra chica mayor de edad. Ese mismo día, el imputado agredió sexualmente a una niña de 10 años y a otra joven, mayor de edad. Además, abusó de otra menor de 15 años. Estas tres agresiones las sustanció el mismo día y en el mismo municipio.
Ayer víctimas y familiares fueron citadas en otra instalación para evitar verse las caras.La Audiencia de Alicante citó a las víctimas y a sus familiares en las instalaciones de los juzgados de Benalúa. La intención era impedir que las afectadas se encontraran de nuevo con su violador durante su declaración en la vista oral. Se había previsto que las mujeres declarasen por videoconferencia. Sin embargo, no fue necesario. Vicente Sala Castells, natural de Benissa, admitió ayer todas las acusaciones que formuló el fiscal, de manera que se frustró la vista oral del caso. Dos años después de su primera agresión, el violador continuaba sumando víctimas. En los tres primeros meses de 2006 perpetró diez abusos y agresiones sexuales, cinco de ellos sobre niñas de entre nueve y 11 años de edad, según consta en el escrito de calificación del ministerio público.
En muchos de los casos denunciados, el condenado retuvo a las víctimas en escaleras, plantas bajas o ascensores de inmuebles. Las sujetaba fuertemente, apunta el fiscal en su acusación, las empujaba contra la pared y aprovechaba para manosearlas.
La joven de El Verger que consiguió escapar de su agresor tras sostener un fuerte forcejeo fue quien puso a la policía sobre la pista, en febrero de 2005. Como consecuencia de la disputa, la mujer sufrió una contusión craneal y dolor en el pecho.
Por su parte, la abogada del condenado, Remedios Moreno, alegó que su defendido sufre una grave alteración física que le impide controlar sus impulsos aunque, según ella, no le impide distinguir entre lo que está bien y lo que está mal.
Precisamente, este atenuante fue considerado por el ministerio público que lo incluyó en la petición de condena. Finalmente, el fiscal reclamó para el acusado una pena de cárcel de 46 años y medio de prisión. No obstante, según se establece en el Código Penal, el agresor sólo cumplirá doce años de cárcel.
El condenado, que cumplía prisión provisional desde marzo de 2006, recibe tratamiento psiquiátrico en el presidio.
